Tomado de
http://www.univision.com/content/content.jhtml?chid=2&schid=8241&secid=8248&cid=625442&pagenum=10


Estrés

De acuerdo con los National Institutes of Health, el estrés aumenta tu riesgo de tener obesidad, insomnio, problemas digestivos, falta de apetito sexual, enfermedades del corazón (infartos y derrames cerebrales) y depresión. Además, debilita el sistema inmunológico y puede empeorar muchas condiciones de la piel como psoriasis, eczema y acné, y acelerar ataques de asma.


Falta de ejercicio físico

No ejercitar nuestros cuerpos tiene un efecto acumulativo en el tiempo sobre nuestra biología y psicología, puede contribuir a problemas de salud mayores como diabetes, hipertensión y depresión y puede facilitar una pérdida de balance (corporal) e incrementar el potencial de caídas que lleven a limitaciones físicas. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades recomiendan realizar una actividad de moderada a intensa como la de caminar, por 30 minutos o más, cinco o más días a la semana.


No ejercitar el cerebro

Un estudio realizado por el Case Western Reserve University y University Hospitals de Cleveland, demostró que los trabajos que te exigen usar el cerebro pueden reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer en la vejez. Mucha lectura, juegos de ingenio y aprender idiomas como algunas de las estrategias más efectivas para hacer trabajar a la mente.


Mala nutrición

Una alimentación mala, pobre en los nutrientes necesarios para que el cuerpo funcione correctamente puede contribuir a grandes problemas de salud. El efecto de la gordura es tan importante que los obesos parecen 8,8 años más viejos en términos biológicos que los que tienen un peso más normal. Se recomienda comer con cuidado de todos los grupos alimenticios, incluidas frutas y vegetales; comidas frescas antes que procesadas; elegir granos enteros; determinar cuál debe ser tu ingesta calórica diaria y mantenerte en ese rango y prestar atención a la ingesta de las grasas saturadas.


Fumar

Asma, enfisema, cáncer, envejecimiento prematuro de la piel, problemas cardíacos, impotencia... Un estudio formulado por un especialista de la Universidad de Oxford concluyó que fumar cigarrillos puede acortar la vida diez años. Los expertos también comprobaron que los consumidores de tabaco tienen dos veces más posibilidades de morir antes de los 70 años, en comparación con quienes no tienen ese vicio.


Actitud pesimista

Una actitud pesimista debilita el sistema inmunológico. Sugiere trabajar en ver el vaso como mitad lleno en vez de mitad vacío. Si te cuesta hacerlo, intenta con la técnica de los éxitos graduales. Se trata de ponerte metas cortas y enfocarte en alcanzarlas. Esos pequeños éxitos te ayudarán a ver que puedes lograr otros mayores y a reforzar tu optimismo.


No tener una relación estable

De acuerdo con un estudio publicado en el American Journal of Public Health, los hombres y mujeres que se divorcian tienen un riesgo 40 por ciento mayor de tener una muerte prematura que aquellos que permanecen en pareja. Y para los que nunca vuelven a contraer matrimonio el riesgo trepa aún más: 80 por ciento para las mujeres y 120 por ciento para los hombres.


Alcohol

El American Journal of Epidemiology asegura que, según estudios, un vaso al día en el caso de la mujer y dos en los hombres pueden prevenir de morir de enfermedades del corazón.

Pero una vez que pasas el límite, estas ventajas se pierden.Según el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, las enfermedades más comunes causadas por una ingesta exagerada de alcohol son: enfermedad hepática (hepatitis, cirrosis), problemas cardíacos (presión arterial, accidentes cerebrovasculares), cáncer, etc.


Estilo de vida

Tu estilo de vida en general afecta tu sistema inmunológico. Esto incluye, entre otras cosas, no dormir la suficiente cantidad de horas (la falta de sueño está relacionada con la obesidad, la diabetes, la hipertensión y problemas de la memoria, incluso en adultos jóvenes), abusar de la exposición al sol (cada año, 55 mil personas son diagnosticadas con cáncer de piel en EU), y respirar aire contaminado (puede provocar ataques de asma y otras enfermedades respiratorias).


No cambiar nuestros comportamientos

¿Estás solo? ¿Bebes más alcohol del que deberías? ¿Fumas? ¿No haces ejercicio? "Cambiar nuestros comportamientos es el desafío mayor".

Pero lograrlo no es imposible: "Cada vez que necesites cambiar algo pregúntate si estás listo para hacerlo en los siguientes 30 días. Si honestamente contestas que sí, entonces eres capaz de lograrlo con éxito. Recuerda que toma tiempo cambiar los hábitos de toda una vida; y si vuelves a tu antiguo comportamiento, no te rindas: empieza otra vez".