viernes, febrero 25, 2011 |
“Sea su primer acto despertar una fervorosa elevación del pensamiento a lo Divino, procuren luego distribuir su tiempo de tal modo que puedan dedicarse ampliamente al desenvolvimiento de la vida espiritual atreves del cumplimiento responsable de sus obligaciones diarias y de las prácticas ascéticas recomendadas en este método.”

En la búsqueda personal de la paz interior, del equilibrio. En el deseo de integración de algún modo positivo a la sociedad, en la intensión de querer dar un valor agregado a la existencia el ser necesita un camino, una guía que lo ayude a no quedarse solo en la intensión.
Tener un método que nos ayude a encontrar el camino, con herramientas que nos facilite la conexión con lo divino y nuestra manera de pensar, sentir y actuar nos fortalece el entusiasmo y compromiso.

Meditar, detenernos, observarse, observar el entorno permite ser objetivos, y a medida que esa contemplación se hace diaria y metódica, la actitud, el pensamiento y el sentimiento se unen de manera amorosa, compasiva y efectiva.

Sin duda no elimina momentos de desolación, de ira, de confusión, de dolor que aparecen en el transitar de la existencia, sino que ayuda a observar, a trascenderlos para poder salir fortalecidos de esas experiencias. Los hechos suceden, es la actitud frente a los sucesos lo que va transformándose.

Una vida comprometida requiere hábitos, disciplina, renuncia, que permite sentir y vivir en un estado de libertad y serenidad tal, que una vez reorganizada la manera de desarrollar la conciencia, esta se expande, vibra en la realidad que se desarrolla aportando ese trabajo interior que hemos desarrollado.

La meditación diaria permite observar, darle dirección, riqueza y sentido a mi vida.
Al viajar, saber dónde queremos ir, llevar el mapa de ruta, avanzar chequeando el camino nos permite avanzar serenos, disfrutar el camino, relacionarnos con empatía con los demás, aprender, compartir la experiencia del camino recorrido.

El sentido que le doy a este paseo por la vida, no es otro que el que deseo de mantener la unión con lo Divino, mediante la meditación diaria, la oración, dirigir mis energías en dirección y unión a la gran corriente, la apertura de conciencia, el amor compasivo, trabajar con egoencia. Trabajar, trabajar, trabajar. No hay nada más maravilloso que sabernos chispa divina, que de errores también se aprende, que debemos amarnos, comprendernos, perdonarnos y motivarnos a crecer, ayudar y contribuir al amor universal.

Cada mañana nos trae una bendición escondida, que solo sirve para ese día, y que no puede ser ni guardada ni desaprovechada. Si no usas ese milagro hoy, se perderá.
Y tú, que sentido le das a tu vida???.

Enviado por José Prieto
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1 Dejaron huellas de su paso...:

On 25/2/11 04:39 , Pilar dijo...

Profunda meditación. Estoy de acuerdo con su contenido y no pienso bajar las manos en la meta de dar sentido a mi vida día a día.

Que disfrutes de este hermoso fin de semana, es un regalo del invierno.

 
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