martes, junio 28, 2011 |
Cuentan que Chesterton era muy despistado.En una ocasión, viajando en tren, el revisor le pidió el billete. Chesterton empezó a buscarlo por todos los bolsillos sin encontrarlo. Se estaba ponbiendo cada vez más nervioso. Entonces el revisor le dijo:
- Tranquilo, no se inquiete, que no le haré pagar otro billete.
- No es pagar lo que me inquieta – repuso Chesterton – lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy.
- Tranquilo, no se inquiete, que no le haré pagar otro billete.
- No es pagar lo que me inquieta – repuso Chesterton – lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy.
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Reflexiones
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