viernes, octubre 24, 2008 |
Navegando en busca de noticias y actualidades me encuentro con esta que trascribo a continuación, sería posible solicitar de una vez la información genética de un aspirante? a fin de cuentas es cuestión de satisfacción.
Una investigación de científicos suecos atribuye la infidelidad de los hombres a la genética.
Parece que la infidelidad de los hombres es una cuestión de genes: según un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo, la culpa de los “cuernos” la tiene el alelo 334, que gestiona la vasopresina, una hormona que se produce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos.
Por eso los hombres dotados de esa variante del gen pueden ser peligrosos para una relación estable.
Es la primera vez que se asocia la variante de un gen específico con la manera en que los hombres se comprometen con sus parejas , explicó Hasse Walum, del Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Karolinska y uno de los responsables del estudio.
El análisis se llevó a cabo durante 5 años con más de mil parejas heterosexuales que confesaron en tests psicológicos si se sentían felices, cómo era su convivencia, si reían o se besaban seguido y sobre el futuro de la relación.
Resultó que los hombres con el alelo 334 (2 de cada 5 en esta investigación) afirmaron tener lazos menos fuertes con sus esposas y, además, ellas reconocieron que se sentían menos satisfechas que las que se casaron con hombres sin esa variante genética.
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1 Dejaron huellas de su paso...:
Visto desde un punto de vista puramente material se puede admitir hasta cierto punto, y es muy probable que de la misma manera, cualquier actitud, posibilidad o inclinación estén codificadas en algún gen todavía no descubierto, pues somos en parte nuestra genética, pero por otra parte también somos un espíritu que se manifiesta y tiene libre albedrío para decidir qué respuesta dar, y ese es el punto que marca la diferencia.
Se seguirán descubriendo funciones de alelos y muchas otras cosas, pero me parece importante que nos preguntemos cuál queremos que sea el próximo paso como seres espirituales.
Un abrazo muy fuerte, amiga Siry...