lunes, noviembre 28, 2011 |
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
-¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano?
Si tú no ves-
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí...
No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil... Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás... ¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento, el pesimismo, la inacción, la deslealtad...
¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás! Sin fijarnos si lo necesitan o no. Llevar luz y no oscuridad. Llevar aliento, optimismo, amor, lealtad, armonía, unión, dinamismo, sencillez y solidaridad. Si toda la gente encendiera una luz, el mundo entero estaría iluminado y brillaría día a día con mayor intensidad. Irradiemos cada uno de nosotros nuestra propia luz, tenemos en el alma el motor que enciende cualquier lámpara, trabajemos en equipo para que todas nuestras luces se vuelvan una sola y esta energía permita iluminar y marque el camino en la oscuridad.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
-¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano?
Si tú no ves-
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí...
No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.
Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil... Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás... ¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento, el pesimismo, la inacción, la deslealtad...
¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás! Sin fijarnos si lo necesitan o no. Llevar luz y no oscuridad. Llevar aliento, optimismo, amor, lealtad, armonía, unión, dinamismo, sencillez y solidaridad. Si toda la gente encendiera una luz, el mundo entero estaría iluminado y brillaría día a día con mayor intensidad. Irradiemos cada uno de nosotros nuestra propia luz, tenemos en el alma el motor que enciende cualquier lámpara, trabajemos en equipo para que todas nuestras luces se vuelvan una sola y esta energía permita iluminar y marque el camino en la oscuridad.
Category:
Reflexiones
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4 Dejaron huellas de su paso...:
que buena historia! me encantó. Ciertamente en nosotros existe una luz hermosa que otros tambien pueden seguir y encontrar su camino hacia sus sue~os y metas.
Gracias por compartir esta historia
Muy buena Reflexion Siry sobre todo dar amor que es lo que ilumina el alma lo demás va ligado el saber compartir sin egoísmos y envidias ..tendriamos un mundo mejor..
Besos Y Sonrisas que tengas una linda semana
Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil, pero también suele ser una tarea muy satisfactoria.. una vez logrado haber ayudado a alguién también te ayudaste a tí mismo...
Gracias por venir hasta esta que es su cabaña, para compartir reflexiones y amor por la vida-
Les amo