miércoles, noviembre 16, 2011 |
En un antiguo monasterio budista un joven monje le pregunta a su maestro ...

¿Maestro, qué puedo hacer para no juzgar?

Me molesta que algunas personas piensen demasiado y que otros sean ignorantes.
Califico a algunos como indiferentes.
Siento odio hacia los que son mentirosos.
Sufro con los que calumnian.

- ¡Pues, vive como las flores! - dijo el maestro.

-¿Cómo es vivir como las flores? - preguntó el discípulo.

Obsérvalas, continuó el maestro, apuntando a los lírios que crecían en el jardín.
Ellas nacen en el estiércol, sin embargo, son puras y perfumadas.
Extraen del abono maloliente todo lo que les es útil y saludable...
... más no permiten que la tierra manche el frescor de sus pétalos.

Es justo ocuparse de los errores propios, más no es sabio permitir que los vícios de otros nos inoportunen.
Los defectos de los demás no son tuyos.
Si no son tuyos, no hay razón para aborrecerlos.
Ejercita, pues, la virtud de filtrar todo mal que viene de afuera.

Así es como viven las flores.
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1 Dejaron huellas de su paso...:

On 16/11/11 06:58 , A.K.E. dijo...

Precioso este post como todo lo que aquí publicas. Mensajes llenos de enseñanzas que nos hacen mejores personas cada día.
Es un privilegio para mi que mi blog "Cuerpo y alma" esté entre tus favoritos.
Un abrazo.

 
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