jueves, agosto 25, 2011 |
Un estudiante fue con un maestro para aprender el arte de curar. Vieron venir a un paciente y el maestro dijo:
-Este hombre necesita granadas para curar.
El estudiante recibió al paciente y le dijo:
-Tiene usted que tomar granadas, es todo lo que necesita.
El hombre se fue protestando y probablemente no consideró en serio el consejo. El estudiante corrió a su maestro y preguntó qué es lo que había fallado. El maestro no dijo nada y esperó a que de nuevo se dieran las circunstancias.
Pasó un tiempo y el maestro dijo de otro paciente:
-Ese hombre necesita granadas para curar, pero esta vez seré yo quién actúe.
Le recibió y se sentaron, hablaron de su familia, de su trabajo, de su situación, dificultades e ilusiones. El maestro con aire pensativo dijo como para sí mismo:
-Necesitarías algún fruto de cáscara dura, anaranjada, y que en su interior contenga granos jugosos de color granate.
El paciente interrumpió exclamando:
-¡Granadas!, ¿y eso es lo que podría mejorarme?.
El paciente curó y el estudiante tuvo una ocasión más para aprender. El remedio es la mitad de la cura, la otra mitad es la respuesta de aquel a quien se cura.
-Este hombre necesita granadas para curar.
El estudiante recibió al paciente y le dijo:
-Tiene usted que tomar granadas, es todo lo que necesita.
El hombre se fue protestando y probablemente no consideró en serio el consejo. El estudiante corrió a su maestro y preguntó qué es lo que había fallado. El maestro no dijo nada y esperó a que de nuevo se dieran las circunstancias.
Pasó un tiempo y el maestro dijo de otro paciente:
-Ese hombre necesita granadas para curar, pero esta vez seré yo quién actúe.
Le recibió y se sentaron, hablaron de su familia, de su trabajo, de su situación, dificultades e ilusiones. El maestro con aire pensativo dijo como para sí mismo:
-Necesitarías algún fruto de cáscara dura, anaranjada, y que en su interior contenga granos jugosos de color granate.
El paciente interrumpió exclamando:
-¡Granadas!, ¿y eso es lo que podría mejorarme?.
El paciente curó y el estudiante tuvo una ocasión más para aprender. El remedio es la mitad de la cura, la otra mitad es la respuesta de aquel a quien se cura.
Cuentos sufies
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Reflexiones
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2 Dejaron huellas de su paso...:
Efecto placebo... puede, pero hay estudios de biólogos israelíes que sí afirman que debido a la gran cantidad de antioxidantes que contienen las granadas, ayudan mucho a personas con enfermedades degenerativas.
Los antioxidantes son muy necesarios conforme vamos cumpliendo años, de hecho contrarresta el perjuicio de los muchos azúcares que tomamos sin apenas estar conscientes del daño que nos hacen.
Y si somos lamineras... ¡la granada es un magnífico equilibrante!
Tus entradas dan mucho de sí. ;)
Siempre gracias.
yo creo que si, que la granada puede tener muchos antioxidates y puede llegar a curar..
pero lo importante es que tu creas que te va a curar hay es donde esta la base de todo ..
muy interesante tu entrada
BESOS Y SONRISAS