lunes, agosto 15, 2011 |
Una vez un hombre vio a un zorro inválido y se preguntó cómo haría para estar tan bien alimentado. Decidió pues, seguirlo y descubrió que se había instalado en un lugar donde solía ir un gran león a devorar a sus presas. Cuando el león terminaba de comer, se alejaba y entonces el zorro iba y se alimentaba a placer.
El hombre se dijo:
-Yo también quiero que el destino me ofrezca de igual manera.
Y se marchó a un pueblo y se sentó en una calle cualquiera a esperar. Pasó el tiempo y no sucedió nada, excepto que cada vez estaba más hambriento y débil. Entonces, en su debido momento, escuchó una voz interior que le dijo:
-¿Porqué quieres ser como un zorro que busca la manera de beneficiarse de otros?, ¿por qué no ser como un león para que otros se beneficien de ti?
Cuentos sufies
El hombre se dijo:
-Yo también quiero que el destino me ofrezca de igual manera.
Y se marchó a un pueblo y se sentó en una calle cualquiera a esperar. Pasó el tiempo y no sucedió nada, excepto que cada vez estaba más hambriento y débil. Entonces, en su debido momento, escuchó una voz interior que le dijo:
-¿Porqué quieres ser como un zorro que busca la manera de beneficiarse de otros?, ¿por qué no ser como un león para que otros se beneficien de ti?
Cuentos sufies
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ref
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1 Dejaron huellas de su paso...:
Amiga Siry, leona, gracias por traer con tanta constancia enseñanzas como esta. Me ayudas a tener la meta de ser otra leona para beneficiar a otros.
Mi abrazo más sincero y mi enhorabuena.