viernes, diciembre 26, 2014 |
¿Quién es el encargado de regular el azúcar en sangre?
El páncreas regula la concentración de azúcar en la sangre a través de la insulina… 

¿Y qué es la insulina? 
 La insulina es la encargada de trasladar los nutrientes esenciales a todas las células del cuerpo, en especial la glucosa. Si no hay suficiente insulina, el azúcar queda retenido en la sangre, con lo que alcanza niveles tan altos que puede ser peligroso. 

Es lo que llamamos diabetes. Parece que hay de distintos tipos 
Todas ellas tienen en común los problemas con la insulina que están conectados a la recepción y la entrega de amor. Las células fracasan o no se abren cuando llega el amor:*Desengaños amorosos.*Miedo al amor.*Incapacidad de aceptar el amor del otro.*Incapacidad para la entrega en el amor.*Deseo inconfesado de satisfacción amorosa.*No haber aprendido a dar amor.*No tener confianza para entrar en el reino del amor. 

¿Por qué generalmente al diabético se le agria el carácter? 
Como dice R. Dahlke “el cuerpo nos enseña: el que no ama se agria; o, formulado más claramente: el que no sabe disfrutar se hace insoportable.” 
No se puede recibir lo que no se da. El diabético está contrariado porque quiere amor (cosas dulces), pero tiene miedo a buscarlo de manera activa. Esas contradicciones amargan la vida: “¡A mí lo dulce no me conviene!”. Pero es lo que desea “¡Qué más quisiera, pero no puedo!”. 
En mi familia no hay antecedentes, sin embargo no comprendo por qué he desarrollado diabetes. 
El desencadenante puede ser en muchos casos un estrés desmedido que se padece. Por un fallecimiento, una separación, una catástrofe natural, un accidente o atentado…Un ejemplo: una madre acompaña a su pequeña hija al cine y sufre un accidente de coche donde su pequeña de 7 años muere. Producto de la tristeza, la angustia y la culpabilidad, una semana después la madre contrae una diabetes. 

Tal vez por eso se dice que “el páncreas y el bazo son los absorbedores de los golpes graves de la vida” 
El páncreas es un órgano inseparable del plano emocional, enfermando frecuentemente en episodios de: 
*Estrés no aceptado
*Temor a la propia muerte o confrontación con la violencia física.
*Duelos o pérdidas no aceptados
*Insatisfacción general por la vida
*Abusos en la infancia 

Siete consejos para prevenir y paliar la diabetes
1.-Dar amor sin esperar nada a cambio 
2.-Trabajar el desapego 
3.-Superar la dependencia 
4.-En lugar de sufrir por no tener lo que creemos que necesitamos, dirigirnos activamente hacia lo que deseamos. 
5.-Hay que dejar sin miedo que el amor penetre hasta los niveles más internos (las células) 
6.-Aceptar el placer que proviene del contacto con el otro 
7.-Disfrutar de la dulzura de la vida 
8.-Buscar de manera activa la satisfacción, en el plano físico, psíquico y espiritual 

¿Porqué enfermedades del desamor? 
Las enfermedades en general están relacionadas con nuestra propia capacidad de ver la vida. Muchos buscamos afuera de nosotros mismos, la posibilidad de fortaleza, de afecto, de seguridad, sin percibir que está dentro de cada uno el propio manantial de afecto y amor. La diabetes es una más de las enfermedades generadas por esa falta de afecto, de cuidado en uno mismo y en lo que a uno le rodea. En la diabetes juvenil entre las causas podemos enunciar esta actitud antes mencionada durante el embarazo y el cuidado del bebé durante el primer año de vida. En la edad adulta, la diabetes tiene que ver con la propia responsabilidad individual frente al cuidado de sí mismo. 
Según Ruediger Dahlke, autor del libro “La Enfermedad como camino” y “La enfermedad como símbolo”, “La diabetes es una enfermedad muy común en la actualidad, a la que se la relaciona con el amor y su carencia. Las células no se abren a la entrada de la glucosa. Al azúcar se lo relaciona con el afecto, de hecho que el primer sabor que ingerimos es el dulce, este es el gusto de la leche materna. En la diabetes está el deseo de disfrutar de las cosas dulces, es decir del amor, de la vida dulce, al mismo tiempo que existe la incapacidad de aceptar el amor y dejarlo entrar, no poder recibir la dulzura de la vida ni dejarla entrar hasta lo más interno (de las células), no poder entregarse al amor, no tener confianza para entrar en su reino”. El autor del libro: "Vivir con diabetes", Juan José Murillo, dice: “Como cualquier enfermedad, la diabetes no puede ser contemplada únicamente desde una perspectiva biológica sino desde una perspectiva integral biopsicosocial. Y es verdad que actualmente nuestra sociedad promueve comportamientos desde la infancia utilizando los poderosos medios de comunicación, incompatibles muchas veces con la salud. Muchas enfermedades se producen como causa de nuestros hábitos culturales, consumismo, alimentación, tabaco, alcohol, etc. y de la contaminación ambiental, en cuya raíz se encuentra el comportamiento del hombre. El notable incremento de la diabetes y de otras enfermedades, por ejemplo, el cáncer de mama, probablemente obedezca a cambios operados en el medio ambiente y en los hábitos de vida. Porque aún cuando las causas de la enfermedad sean biológicas, como las originadas por un virus, su frecuencia, distribución y perturbación están no obstante determinadas por la forma en que la cultura establece los roles de los hombres, de las mujeres, de los niños y de los adultos. Por todo ello, se pueden establecer ciertas conexiones entre los modos de relacionarse las personas con su medio interpersonal, familiar, social, laboral, etc. y la aparición de la enfermedad. La diabetes es una enfermedad multifactorial en la que se combinan factores genéticos y de tipo ambiental. Uno de los desencadenantes de la diabetes, por ejemplo, son los errores alimenticios. La llamada comida rápida o comida-basura, rica en proteínas y grasas saturadas, así como la ingesta excesiva de azúcares refinados, dulces y bollería, conjuntamente con la competitividad, el estrés y la vida sedentaria, hacen que en nuestra sociedad la prevalencia de la diabetes sea cada vez mayor. 

La tensión emocional es parte esencial del proceso patológico de la diabetes. El cuerpo físico y la conciencia del ser humano trabajan siempre en equipo y de ahí la importancia de ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, deseos y creencias ya que de todos ellos dependen las reacciones de nuestro organismo. Nuestra mente, según lo que estamos pensando, vibra emocionalmente. Y según lo que estamos sintiendo, hacemos en consecuencia funcionar el cuerpo físico. Las perturbaciones del espíritu se hallan en íntima dependencia del subconsciente. La falta de armonía en el plano de la conciencia es la que genera posteriormente las molestias y síntomas de cualquier padecimiento físico. La enfermedad es, por tanto, la manifestación física de la carencia de equilibrio y armonía en la conciencia del individuo. Es obvio que las personas estamos hechas de células, moléculas, órganos, etc., pero también de experiencias. Los pensamientos, sentimientos, emociones y el correspondiente equilibrio cuerpo-mente, afectan a nuestro organismo exactamente igual que los factores genéticos y ambientales”. 

Niños de corta edad que enferman de diabetes 
 Según el mismo autor, Juan José Murillo, “Cuando un miembro de la familia enferma se produce una sacudida en el seno familiar. Cuando además el que enferma es un niño, esa sacudida se transforma en una bomba emocional. Para los padres la experiencia será inolvidable y uno de los acontecimientos más difíciles de sus vidas. Es de lamentar que cada vez haya más niños a los que se les diagnostica diabetes. Afecta igual a ambos sexos y presenta dos momentos de máxima frecuencia: a los 6 o 7 años y al llegar a la pubertad. En los casos que conozco he procurado obtener la mayor información posible de sus padres. Un punto muy importante de interés para mí es conocer cómo han vivido el embarazo, su paternidad- maternidad, incluso la concepción. Porque hoy sabemos que desde el primer despertar de la conciencia el feto vive al compás del corazón de su madre. Cada vez que se mueve la madre, el niño se mece suavemente dentro de su vientre. Durante la gestación, todas y cada una de las emociones y sentimientos que una madre vive, es decir, su estado físico, su entorno social y vivencial, su vida sentimental y emotiva, etc., es compartida también por el bebé, quien vive en simbiosis total con su madre. Conoce y sabe de sus pensamientos, sentimientos y emociones, siente cuándo su madre ríe, llora, está triste o es feliz, si ha sido bien recibido o por el contrario es rechazado. Incluso intuye si llega en un mal momento o viene con un pan debajo del brazo. 

Bien, pues todos estos datos son cruciales para entender la personalidad del pequeño, cómo siente y, en consecuencia, de qué manera se relaciona con el mundo y consigo mismo. Aunque es en el adulto cuando se observa de manera meridiana lo dicho anteriormente. Generalmente, la persona diabética ha sido un bebé al que le ha faltado el contacto con los padres porque uno de ellos o ambos eran poco demostrativos de su afecto. Esto no quiere decir que los padres no le quisieran pero sí nos habla de que una cosa es sentir el cariño paternal-maternal por los hijos y otra muy diferente demostrarlo a través de caricias, tomando al bebé en brazos, besándolo y acariciándolo. Manifestaciones de cariño como éstas evidencian que el amor y la confianza son cuestiones cruciales en el posterior desarrollo de la personalidad”. 

Causas 
Además de las causas socio-culturales, ambientales y emocionales podemos mencionar a aquellas que tienen que ver directamente con la calidad de la sangre.La insulina es producida por masas de células, los Islotes de Langerhans. En estas masas de células existen células beta, que producen insulina y alfa que producen Glaucagon. En la diabetes las células beta están expandidas y pierden su capacidad de secretar insulina. Esto es causado por una condición muy ácida de la sangre, que resulta de situaciones de estrés emocional, tensiones, miedos, angustia y del consumo excesivo de alimentos azucarados, alimentos industrializados químicos, así como también del consumo excesivo de productos animales, que también crean una condición ácida en la sangre.Esta condición ácida, genera a su vez el aumento de los radicales libres. Se ha investigado que entre las causas se encuentra la presencia del aloxano, un derivado del ácido úrico que daña las células beta. La estreptozotocina es un compuesto nitroso que ha sustituido al aloxano para producir diabetes experimental en animales. Este compuesto se encuentra en las carnes ahumadas o quemadas. Estas sustancias que se emplean para intoxicar a las ratas de laboratorio y dañar su páncreas, también se usan en la alimentación habitual, de ahí la importancia de conocer esto para evitar alimentos industrializados, carnes y fritos de origen industrial. (Dr.Pablo Saz, Revista Cuerpo-mente, Nº 150 Editorial Integral). 

Según el libro “Los alimentos medicina milagrosa”, de Jean Carper, Editorial Norma: Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) sobre 100.000 niños en forma retrospectiva, mostró una relación entre diabetes infantil y consumo de leche de vaca

En un estudio posterior se evidenció la presencia de anticuerpos contra la lactoalbúmina bovina, proteína de la leche de vaca, en el 100% de los niños diabéticos, mientras en el resto de la población este porcentaje es del 2,5%. La Academia Americana de Pediatría en 1994, basándose en la revisión de más de 90 trabajos científicos que muestran esta correlación, declaró que si se evita la ingesta de la leche de vaca se puede prevenir o al menos retrasar la diabetes infantil en personas que presentan este tipo de intolerancia.Investigaciones realizadas en el Hospital Infantil de Helsinski hacen ver que, mientras más precoz es el inicio en el consumo de leche de vaca, mayor es el riesgo a sufrir diabetes.

Posibilidades de resolución 
 En la actualidad, y desde el punto de vista de la medicina alopática, la diabetes Tipo I no tiene curación. La diabetes de Tipo II, sobre todo si se detecta precozmente, tiene posibilidades de mejorar sensiblemente hasta llegar a su curación. Para la medicina naturista, la propuesta es modificar los hábitos de vida y en el caso de los niños que sea toda la familia la que se plantee una modificación del estilo de vida saludable para todos. La aparición de la diabetes es un hecho que afecta a todos y cada uno de los miembros de la familia y no sólo al niño que la padece. Se diría que es la familia en su conjunto quien enferma y el niño no es más que un emergente, el que muestra el desequilibrio de todo el grupo familiar. Pero así como la enfermedad es el resultado de alteraciones que el organismo ha sido incapaz de superar, la curación ha de ser el fruto de una serie de cambios activos por parte de la unidad cuerpo-mente que restablezcan el equilibrio perdido. Incluso, si bien la diabetes Tipo I es más difícil de erradicar a partir de una vida en armonía con la naturaleza, puede llegar a ser más liviana y encontrar grandes cambios. 

La Alimentación 
Los alimentos a evitar son todos aquellos que generan la acidificación de la sangre y que generan una combustión rápida del azúcar en ésta, como: harinas refinadas, azúcar y alimentos azucarados en general, exceso de frutas muy dulces, grasas saturadas, como carne roja y de ave, lácteos en general, alcohol, excitantes como café, hierba mate y té negro, así como también el consumo de medicamentos, que son químicos que también acidifican la sangre. Es importante llevar adelante una alimentación alcalinizante (recomendamos ver el contenido sobre Alcalinidad), basada en cereales integrales, legumbres, verduras, semillas y frutas. 

En muchas dietas para diabéticos se aconseja el no consumo de carbohidratos y sí el de grasas, sin embargo, un estudio reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado, reveló que 40 grs. adicionales de grasa al día contenida en una hamburguesa, acompañada de papas fritas, triplica el riesgo de contraer diabetes, el exceso de grasa en especial de grasas saturadas, de origen animal (carnes y lácteos) parece menoscabar la eficacia de la insulina. En la Universidad de Sydney (Australia), se observó que cuanto mayor era el nivel de grasa saturada en las células, mayor era la resistencia a la insulina. En cambio cuanto mayor era el nivel de grasas poliinsaturadas, es decir de aquellos alimentos que contienen Omega 3 y Omega 6, menor era la resistencia a la insulina.Los alimentos ricos en Omega 3 y Omega 6 son: son el aceite de lino o la linaza, semillas y aceite de chía, la soja, las nueces, el pescado, el aceite de girasol de 1º presión en frío, las semillas de girasol. No obstante si se abusa en el consumo de estos alimentos, se sobrecarga la función digestiva, la circulación se hace más lenta y termina siendo tan peligroso como consumir grasas saturadas. 

Ya que en la diabetes uno de los problemas tiene que ver con la falta de minerales, es importante incorporar las algas de mar, que ayudan a reducir la presión arterial y el colesterol. Las algas comestibles (Kombu, Nori, Wakame, Hijiki, Luche, Kelp), son fuente fundamental de minerales: yodo, calcio, hierro, magnesio, regulan la temperatura del cuerpo. Levantan el sistema inmunitario. Por su contenido en minerales, purifican el organismo y ayudan a disolver depósitos de grasa y mucosidades. 

Según Jean Carper, en su libro “Los alimentos medicina milagrosa”: “son recomendados, en los casos de diabetes, los alimentos ricos en fibra soluble como las legumbres (soja, poroto negro, poroto aduki, lentejas) y la avena. La fibra de estos alimentos se convierte en una gelatina en el tubo digestivo, prolongando el tiempo necesario para absorber el azúcar de los alimentos y prevenir los picos peligrosos que se producen después de las comidas”. En relación a la gelatina que se forma en el aparato digestivo es de señalar el valor de consumir jalea de membrillo sin azúcar y jalea de manzana. Ambas frutas el membrillo y la manzana contienen pectinas que permiten absorber el azúcar en forma gradual. Es bueno incorporar estos alimentos sobre todo en horas de la tarde, con la merienda. 

La importancia de la fibra 
La fibra en sí es mucho más recomendable que los suplementos de fibra y justamente ésta se encuentra en una dieta basada en cereales integrales (trigo, arroz integral, avena, mijo, cebada perlada, quínoa, amaranto, centeno, trigo sarraceno, trigo burgol), legumbres, semillas, frutas, verduras, prescindiendo de harinas blancas y grasas saturadas y productos quimicalizados. 

Los cereales integrales en grano ofrecen la mayor concentración de carbohidratos complejos y fibras. Como estos alimentos toman más tiempo para ser digeridos y absorbidos, tienden a suministrar energía de manera más gradual y continuada, asegurando que la energía esté disponible a largo plazo. El contenido de fibra determina primariamente la velocidad relativa de la liberación de azúcar: un contenido más alto de fibra permite una absorción más lenta y niveles de energía más continuos. Los cereales integrales, legumbres y verduras cultivadas orgánicamente, suministran una importante provisión de fibras, proteína, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. Esta combinación es baja en sodio y grasa, ofreciendo en consecuencia, un valor alimenticio muy grande comparado con las calorías vacías de los carbohidratos refinados como el pan blanco, pasteles, dulces y azúcar blanca. La diabetes, justamente se asocia al consumo de dichos alimentos. (Michio Kushi, “Sida y autoinmunología”). El mijo, especialmente es uno de los cereales que generan una mejor combustión de azúcar en sangre. Un alimento propio para diabéticos, que es bueno de consumir como tentempié, ya que es absorbido lentamente, es una mezcla de mijo con poroto aduki. Ideal para consumir después de cada comida. 

Cebolla, brócoli y canela 
La cebolla, el brócoli y la canela son alimentos que contribuyen a mejorar la glucosa en sangre. La cebolla cruda, cocida o en jugo está demostrado que funciona a mayor dosis más efecto. Entre los fotoquímicos activos se encuentran el disulfuro propílico de alilo, la alicina y la inulina. El brócoli es útil por su contenido en cromo y fibra, que también se obtiene de las legumbres y los cereales integrales.Respecto de la canela, la revista británica New Scientist, mostró un trabajo de la Unidad de Investigación Agrícola de Maryland (EEUU), en el que establece que una cucharada al día de canela ayuda a los diabéticos Tipo II a utilizar la insulina, tanto a nivel de las células musculares como las adiposas, en las que la permeabilidad a la glucosa aumentó 20 veces.Respecto de la dieta Vegana (libre de productos animales), se demostró que el 90% de los diabéticos Tipo II pudieron dejar la medicación en un mes y de los que necesitaban insulina el 75% dejaron de usarla. Esta información es de la revista “Diabetes Care”. 

Hierbas y alimentos especiales 
Las hierbas que pueden ser utilizadas y que ayudan a generar una buena combustión de azúcar en sangre son especialmente: Marcela, Salvia. La semilla de alholva o fenogreco, contiene sustancias que reducen la glucosa, puede añadirse a la avena en el desayuno. La Stevia o hierba dulce, se utiliza como edulcorante, en venta en todas las dietéticas, suplanta al azúcar, miel y edulcorantes químicos como sacarinas, ciclamatos y aspartame. El ciclamato y sacarina derivan del petróleo y de sus hidrocarburos cancerígenos. El aspartame que forma parte de las bebidas “Diet y Light”, como las gaseosas, y cientos de productos lácteos y de repostería de venta masiva, se degrada en el organismo como alcohol metílico que genera diversos disturbios físicos y psicológicos. Hay muchas investigaciones al respecto que están dando evidencia de lo negativo para la salud de esta sustancia, en relación a problemas de ataque de pánico, depresión, diferentes tipos de tumores, ansiedad (ver mas información en contenido sobre Edulcorantes). En estos mismos informes se habla de que el consumo de Aspartame genera la adicción en el consumo de carbohidratos simples (azúcar blanca, panes, harinas blancas en general)

La alimentación para la persona que padece diabetes debe constar de alimentos naturales, orgánicos, debe estar equilibrada y saber como combinar los diferentes alimentos, por eso es necesario consultar con alguien especializado para poder llevar adelante una dieta equilibrada que contenga los nutrientes y alimentos indispensables en su justa medida sin faltas ni excesos y que permitan a su vez ir independizándose de medicamentos e insulina. 

La actividad física 
Ésta es básica en la vida de una persona diabética, pues mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la tasa de colesterol y el peso. Es importante que genere sudor y no suponer esfuerzos dolorosos. Haga frío, calor, llueva, es necesario realizarla siempre.La Hidroterapia, alternando frío y calor, mejora la microcirculación sobre todo en extremidades, pies y manos. 

¿Cómo ver la enfermedad? 
Es lamentable que para solucionar la diabetes se ponga toda la energía en crear nuevos medicamentos, que terminan siendo, una vez más, un negocio rentable para los laboratorios medicinales, al igual que lo que sucede con tantos tipos de enfermedades de la época, en lugar de poner la energía en educar a la población en hábitos de vida diferentes, tarea más urgente que cualquier otra, en dónde se incluya el comer natural y equilibradamente, trabajar sin estrés, apreciar la vida en sí misma, porque sí, vivir sin apuro, expresar los sentimientos. Es importante cuestionar las formas en que la medicina alopática o convencional nos presenta la posibilidad de curarnos, cuestionar las contraindicaciones de los medicamentos, cuestionar los análisis y chequeos, ver que hay atrás del querer hacernos controles, ver sino estamos manipulados para generarnos temor y tener que tomar medicamentos, operarnos, hacernos chequeos, cosa de generar el gasto que esto implica y beneficiar a grandes corporaciones, cuestionar si los tratamientos aconsejados son contraproducentes o no, ver que hay atrás de todo consejo, sin actitudes dogmáticas, estructuradas, producto de no haber visto o investigado otras posibilidades. 

Ya adultos o bien como padres de niños enfermos tenemos que investigar profundamente la afección que tenemos, no dejar en manos de otros la resolución, no ser espectador, sino protagonista. Ver si la enfermedad está relacionada con formas equivocadas de vivir y ver la oportunidad, en ese caso, de generar un cambio, aprender del conflicto y de la enfermedad para poder cambiar

Es necesario poder ver la enfermedad desde una perspectiva holística, buscar médicos que propongan esta forma de curación, de ayuda, teniendo en cuenta todos los aspectos que hacen a un individuo y no como se ve normalmente, por ejemplo, en el caso de la diabetes, como a un páncreas. 

La dependencia 
La diabetes es una enfermedad que implica una actitud fuerte de dependencia, en especial a la insulina. En otras enfermedades la dependencia también está dada a partir de la ingesta de tal o cual medicamento, por ejemplo, para bajar la hipertensión, para poder dormir, para bajar el colesterol, etc.Obviamente no podemos negar el valor que puedan tener, en determinadas oportunidades las terapias con medicación, y también el que pueda existir avances en la ciencia como para ayudar a la gente a resolver, a sufrir menos y a mejorar su calidad de vida. Hay momentos en que la medicación se hace imprescindible, mismo en la diabetes Tipo I, la insulina es necesaria y en la Tipo II, hay momentos en que no hay otra posibilidad, no obstante existen posibilidades de cambios a partir de un cuidado natural. Mucha gente prefiere la operación quirúrgica, con su sabida anestesia, la baja del sistema inmunológico y energético que dicha operación implica, el desgaste emocional y el debilitamiento general, la toma de antibióticos y anti-inflamatorios, los dolores, etc. a cambiar hábitos de vida, a comer de una determinada manera, a realizar diariamente actividad física, a realizar ciertos tipos de tratamientos como aplicaciones de arcilla, hidroterapia, darse espacios de silencio. 

Sienten que es más cómodo operarse que cambiar
Muchas veces, también se muestran las posibilidades de curación a partir de formas naturales y sin embargo no se termina de creer en ellas, se prefiere lo conocido, lo masivo, aunque esto no sea totalmente efectivo y tenga tantas contraindicaciones. Lo nuevo, aunque se sepa bueno, da inseguridad y lo conocido, aunque no muy bueno da seguridad. 

El miedo es un factor fundamental en relación a contraer enfermedades y a sostenerlas en el tiempo
La sociedad en general fomenta el miedo, si no existiera ese temor fomentado por la misma medicina, no se venderían tantos medicamentos y los laboratorios medicinales no serían casi el primer negocio más rentable del mundo. El miedo modifica la calidad de nuestra sangre, genera los radicales libres y en la mente, concretamente permite implantar aquello a lo que se teme, pasando luego estas sensaciones al cuerpo. Muchas investigaciones dan prueba de que el cerebro trasmite a la sangre, a través de los llamados neurotransmisores, que son las manifestaciones biológicas de las emociones, sustancias químicas que modifican la calidad de la sangre, generando enfermedad o salud. El miedo a su vez genera dependencia, dependencia a una autoridad en la que se cree, y no se cuestiona, llámese a ésta las normas y formas sociales de curarse, el médico o el medicamento. 

No se trata de renegar arbitrariamente de esto, sino de cuestionar, analizar reflexivamente, usar el sentido común. Empecemos a discernir. Veamos a nuestro alrededor concientemente y si es necesario replantearnos algo establecido o que muchas personas dicen, animémonos a hacerlo. La dependencia a un medicamento genera también dependencia psicológica, genera la sensación de que la resolución viene de afuera, esto debilita al ser humano, cuando en verdad los resortes de una vida equilibrada están siempre adentro de uno, en la propia posibilidad de transformación. 

La resolución de nuestros conflictos y enfermedades está en nosotros mismos, por supuesto aprendiendo de la naturaleza, de personas idóneas que tengan u ofrezcan una manera no violenta de curarse, no generando dependencias, falta de libertad o temor.Cuando las formas de resolución implican cambios internos, modificar hábitos, siguiendo pautas concretas dadas por personas especializadas, la persona se fortalece y a su vez se sensibiliza, lo cual permite una solidez en su personalidad, que es de por sí altamente curativa y transformadora. No se trata de no hacer nada, sino hacer con amor, afecto, buscando el bienestar en todos los aspectos. La dependencia a formas, pautas, autoridad, comidas, hábitos, inhibe nuestra posibilidad de libertad y crecimiento interior.
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0 Dejaron huellas de su paso...:

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