miércoles, diciembre 24, 2014 |

La navidad es un tiempo especial. Es un tiempo único en que se da un fenomeno poco frecuente: las personas se predisponen a amar y perdonar ; y el efecto que esto tiene en sus vidas es realmente milagroso. 

Muchas personas se dan en estas fechas la oportunidad de meditar sobre sus afectos y sus situaciones personales en general y buscan hacer cambios para bien en su vida. 

Es tiempo propicio para el amor y el perdón y esto da como resultado bienestar emocional 

Es increíble el impacto que tiene en la psiquis de una persona el amor, ya sea el sentirlo por los demás o sentirse amado, el amor tiene una función terapéutica muy poderosa. Este sentimiento como tal, puede llevar a una persona a superar todo tipo de circunstancias y adversidades, y hace que experimenten una dicha inigualable. 

Si hay una verdad universal psicológica que se cumple es que todos necesitamos ser amados; y todos, de distintas maneras, lo procuramos. 

El amor le proporciona a la estructura de la personalidad de cada persona la fortaleza que requiere para poder perdonar, para poder olvidar la falta que ha cometido otra persona contra ella o contra otros y no guardarle rencor ni querer castigarle por ella, o no tener en cuenta una deuda o una obligación que otra tiene con ella. 

Sin amor es muy difícil para el ser humano perdonar, en muchas ocasiones puede ser tan doloroso que prefieren aferrarse al resentimiento, al enojo, la decepción o el sentimiento negativo que estén experimentando antes que perdonar. 

La dificultad para perdonar trae carga emocional. Este peso nos afecta negativamente porque le impide a nuestro ser encontrar el equilibrio y el bienestar que necesita, experimentamos una necesidad insatisfecha y esto nos produce frustración; y este sentimiento de frustración prolongado se transforma en amargura. 

El perdonar es sanador para nosotros mismos, es libertad emocional, nos da paz; pero nos demanda un esfuerzo. Debe nacer de un deseo propio de hacerlo y no siempre es fácil. 

Cuan maravilloso es poder ver vidas restauradas por la fuerza del amor, reconciliaciones que han puesto fin a las amarguras y al dolor. Personas renovadas por el milagro de la navidad. 

Dejarnos llenar por el amor que trae la navidad es el mejor regalo que nos podemos dar, disponernos a perdonar todo lo que nos ha lastimado nos limpia y nos alivia. es tiempo para restaurar, para tomar nuevos bríos. 

Bienvenida sea la Navidad!
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