El maestro había pedido que llevaran papas y una bolsa de plástico; nadie sabía lo que iban a hacer con ellas, sólo adelanto que el tema a tratar iba a ser “resentimiento y perdón”. 

En clase les hizo elegir una papa por cada persona que guardaran resentimiento; luego que escribieran los alumnos su nombre en ella y guardarla dentro de la bolsa. A la mayoría les habían quedado bolsas muy pesadas. 

El ejercicio trataba en que durante una semana llevaran consigo a todos lados esa bolsa de papas. Los días pasaban y la condición de las papas se iba deteriorando; era fastidioso llevar esa bolsa en todo momento, tenía que prestar atención siempre para no olvidarla en ningún lado, y ocuparse tanto de ella y por ende desatendían cosas que eran más importantes. Este ejercicio los ayudó a darse cuenta el peso que cargaba a diario, dolor, bronca y negatividad. Se dieron cuenta que todos tenemos papas pudriéndose en nuestra mochila y no nos damos cuenta, o cuando nos damos cuenta cuando ya es demasiado tarde. Perdonar a cada una de las personas y dejar esas papas de una vez, ayudo a llenarse de paz y calma, alimentando y sanando el alma. 

La falta de perdón es como un veneno que se toma a diario, de a pocas gotas, pero que al final nos termina envenenando. 

Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro, sin darnos cuenta de que los únicos beneficiados somos nosotros mismos. 

“No es preciso que sepas cómo perdonar, sólo alcanza con estar dispuesto a hacerlo, de todo lo demás se ocupará el Universo”. 

Reflexión: 

Si hicieras el ejercicio, ¿cuántas papas deberías colocar en tu bolsa?. 

¿Cómo te sentís llevando ese peso cada día en tu espalda?. 

¿Qué harías, a partir de este momento, para ir alivianando el peso hasta no cargar con nada?. 

Confía que puedes, anímate y toma la decisión de ser LIBRE, no cargar con mochilas cada día de tu vida, porque de ser así, ¿cuánto tiempo más podrían soportar esa carga que no les pertenece?. 

No permitas que las papas se deterioren y se pudran, , este es el momento de abandonar todo resentimiento, ser sinceros con los demás y con nosotros, pedir perdón de todo corazón y empezar a vivir una vida con libertad interior, no hay tiempo, la vida es Ahora y hay que disfrutarla a pleno.