miércoles, marzo 26, 2014 |
- Si alguien nos molesta y nos hace daño, tomamos represalias, de algún modo u otro, creemos que si nos lleva el ojo, se debe coger el ojo del adversario. Creemos que quien mata debe ser matado como castigo y recompensa; creemos que quien nos roba debería pagar por ello, que quien nos quite la esposa/o debe ser juzgado, injuriado junto con la esposa/o, Creemos que cada mal que pasa por nuestra vida debe ser pagado. Puesto que es la naturaleza humana el hacer daño a los demás, y nos han enseñado a tomar represalias. Si seguimos así vamos terminar todos tuertos, cojos y muertos. Nuestras vidas son una continua escena de violencia y guerra; violencia y guerra en el hogar entre los esposos, mujeres, hijos y vecinos, entre las personas públicas y entre las naciones. Nuestro ‘Padre’ ignora esta guerra en nuestras vidas, pero conoce el agobio en nuestras mentes y cuerpos que surge de esta guerra; pero no puede hacer nada para aliviar el dolor – hasta que nosotros mismos ponemos fin a la guerra en nuestro interior. Nosotros mismos debemos hacer que cese la lucha y vivir en paz en las familias, entre los vecinos, los empresarios, las personas públicas y entre los países.
Recordemos también la Gran LEY – COSECHAMOS LO QUE SEMBRAMOS.
No se puede recoger higos si sembramos uvas, o uvas de los espinos, o cosechar trigo de la maleza. Pensemos y reflexionemos en esto y comprendamos esta parábola porque es muy importante – no tan solo hoy – sino también en todos nuestros días y años venideros, incluso hasta la eternidad....
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Reflexiones
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