Me gustaría que el espíritu de la Navidad y año nuevo permanezca todo el año. 

En Navidad nos volvemos "buenos", queremos estar en familia, compartir, dar lo mejor de cada uno e incluso se liman asperezas. Con la llegada del año nuevo, todo son buenos deseos, anhelamos la paz, la unión, prosperidad y deseamos que todos gocen de buena salud. 

A finales de enero hemos olvidado gran parte de esa bondad colectiva y a un tercio de año ya somos casi que enemigos unos de otros instalándose el espíritu del atropello, de pasar por encima de los demás. 

Si podemos ser amables durante un mes, no podremos serlo por mas tiempo? 

Los medios tienen en sus manos la posibilidad de educar, de crear conciencia y generar con ello tendencias, sin embargo, se usan mayormente para inculcar ideologías, divisiones y en muchos casos, generar matrices que favorezcan intereses mezquinos. El inconsciente colectivo está convirtiéndose en un verdadero inconsciente, un auténtico enemigo de la sociedad misma. Es utópico soñar con un mundo mejor? 

Quizá me influye la paz de mi entorno, esa que no observo ni siento cada vez que voy a la ciudad. Quizá la sencillez de la gente de campo, con su amor a la tierra, esa que da el sustento, me hace sentir que hemos perdido la conexión con la vida misma, con le esencia del Ser humano, y recalco el Ser por encima del tener, ya que la nueva sociedad a la que se dice civilizada, valora el tener sin importar como se obtenga por encima de Ser auténtico. 

Somos libres o esclavos? 

Ojalá todo el año fuese Navidad, donde demos vida a lo mejor de nosotros, seamos libres de tanta ideología divisionista, sin vanidad y orgullo. Ojalá fuese el espíritu de comienzos de enero el que prevalezca y nos miremos como iguales respetando la maravillosa diversidad y lo que hace único a cada ser humano. 

Quiero un mundo mejor, y es posible un mundo mejor, eso depende solo de ti y de mi, hagámos realidad ese sueño, el que solo es posible si dejamos de ser borregos de un sistema