viernes, mayo 30, 2014 |
Valgan estos días para comentar algunos pensamientos sobre el acto del perdón, son muchas las personas y las familias que a falta del perdón no se hablan ni se ven, a falta del perdón individuos parejas y familia -madres, padres, hijos y hermanos- se alejan entre sí rompiendo lazos únicos e irreemplazables, a falta de perdón de sus hijos muchos abuelos dejan de ver a sus nietos, a falta del perdón también los amigos se distancian.
Bueno recordar cual es el verdadero significado de esta palabra, el diccionario de la Real Academia Española, (DRAE) nos dice que perdonar significa remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa a alguien de lo que comúnmente se hace con todos, significa además eximirle a alguien de la obligación que tiene o renunciar a un derecho, goce o disfrute.
Desde un punto religioso, se nos dice que “El perdón es un acto de amor, de misericordia y gracia. El perdón es una decisión para no guardarle rencor a otra persona, pese a lo que le haya hecho.”
En el pensamiento cristiano se habla de que “La incapacidad para reconocer el pecado propio es un gran obstáculo para perdonar porque lleva a la soberbia. Y una persona soberbia trata a los demás con tanta severidad como es indulgente consigo misma.” En el evangelio de Lucas (7:47) nos encontramos con una sentencia que se le atribuye a Jesús que dice así “Aquel a quien se le perdona poco, poco ama”
De qué vale tener una creencia, rezar, ir a los templos, comulgar, repetir el rosario, meditar, orar en familia ante una comida o darse con el puño en el pecho si no se tiene la capacidad de perdonar.
Qué clase de enseñanza y de valores les heredamos a nuestros hijos si no somos capaces de perdonar a nuestros familiares o amigos.
Para perdonar solo se necesita dejar la soberbia, la prepotencia y el orgullo a un lado, el perdón debe ser espontáneo, se debe de sentir no creer en él. Sin el perdón no puede existir amor.
Rafael Ayala dice “El perdón no es un simple mecanismo para liberar de culpa a quien nos ofendió, el perdón es un mecanismo para que yo sea libre de la amargura que dejó esa acción en mi corazón.” “El perdón es un mecanismo para que nuestro corazón sane de las heridas, para que nuestra alma brille, para que nuestra vida vaya en aumento, para que usted y yo podamos desarrollar este potencial que poseemos y que nadie nos puede quitar nunca.”
Nelson Mandela manifestó: “No perdonar, es como beber un vaso de veneno y esperar que tus enemigos mueran.” Martin Luther King señaló “El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar.” Mahatma Gandhi dijo “Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.”
El psicólogo Lic. Humberto Morales Llamas nos dice “Perdonar es sentir la compasión, la ternura y la consideración que siempre están en nuestro corazón, sin importar lo que parezca ocurrir en ese momento en el resto del mundo. Perdonar es el camino para llegar a la paz y a la felicidad interna, el camino que nos conduce al alma, ese estado de paz interior siempre está disponible para que lo emprendamos, listo a darnos la bienvenida.”
Perdonando a nuestros semejantes, nos liberamos a nosotros mismos, dos actos en uno que sin duda alguna nos hará mejores personas.
Por Carlos Vilchez Navamuel
Category:
Perdón
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