viernes, mayo 23, 2014 |
Para poner en práctica tu fortaleza del PERDÓN y la misericordia, esta semana te proponemos:
- Piensa en una situación o en una persona que te haga sentir enfadad@. Evalúa cómo te afecta mantener una actitud de rencor y si estás haciendo extensiva esa situación a otras, o generalizando lo que hizo esa persona a otras conductas o a otras personas.
- Apunta en un papel tus reacciones ante las siguientes afirmaciones. Justifica por qué en tu opinión son ciertas o no y cómo las aplicas a tu experiencia particular:
a)”Estar enfadado con alguien es como sostener una brasa en la mano y esperar que se queme la otra persona”
b) “Quien perdona, libera”
c) “El rencor hace que nuestro pensamiento se focalice. Al perdonar abrimos posibilidades”
- Piensa en una ocasión en que una persona te hirió. Sitúate frente al espejo y dí en voz alta “Aunque no comparta lo que hiciste, te perdono. Te libero y me libero”. Repítelo varias veces mirándote a los ojos hasta que experimentes mayor tranquilidad.
- Ejercita la empatía e intenta ponerte en el lugar de una persona que te hirió. Intenta comprender los motivos que le llevaron a actuar de esa manera y analiza si en alguna ocasión en el futuro podría ocurrirte a ti. Elije una conducta o situación que te hizo enfadar e intenta contextualizarla otorgándole a las circunstancias el peso que le corresponden en lugar de depositar toda la responsabilidad en la persona.
- Por un momento, fantasea con una venganza. Imagínala con detalle. A continuación, toma conciencia de cómo esa fantasía te mantiene sujet@ a la situación, sin permitirte pasar página, sino a la espera de que el escenario imaginado se materialice. Atiende a las emociones que ello puede llevar asociado: ansiedad, culpa, odio, preocupación… Por último, evalúa si tienes la opción de renunciar a dicha venganza, liberándote de estas emociones tan desagradables que te mantienen atad@.
Category:
Perdón
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