lunes, febrero 17, 2014 |
Sabemos que el apego es un obstáculo que todos tendremos que superar algún día. Surge cuando no comprendemos el lado interno de la vida, cuando no estamos en contacto con la esencia de las cosas y nos habituamos a la forma externa y nos apegamos a ella.
A muchos de nosotros nos gustaría ser más desapegados. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo encontrar la esencia de las cosas y cómo impedir que seamos atrapados por las apariencias?
Tenemos muchos vicios de pensamiento y muchos hábitos de lenguaje, y llegamos a decir cosas que si las pensáramos mejor, veríamos que no corresponden a la realidad.
Decimos por ejemplo: “Aquella especie de pájaros desapareció”; o: “Aquel hombre murió”.
Realmente es un engaño decir que las cosas acaban o mueren, ya que no es eso lo que de hecho sucede. En realidad, es la esencia de las cosas que transmigra, dejando una forma y tomando otra. Por lo tanto, nada acabó cuando una especie de pájaros deja de ser vista en el plano físico. Y nada acabó cuando se dice impropiamente que una persona murió. Nada se pierde, todo evoluciona.
Estar consciente de esto es el primer paso para desapegarnos de las formas externas y concretas. Luego nos desapegaremos de cosas más sutiles, como por ejemplo, las afectivas.
La vida puede llevarnos a cambiar de actividad externa varias veces. Nuestra intención de servir y de mejorar, y no la forma externa de las actividades, es el hilo que las puede interconectar. Esto nos da además la impresión de coherencia y armonía, y no de percances y contrastes.
Si consideramos los cambios como hechos incómodos, las transformaciones pueden parecernos drásticas. Sin embargo, no hay ninguna diferencia entre las distintas actividades cuando las realizamos con el mismo espíritu. Lo importante es el espíritu con el que se hacen las cosas y no tanto aquello que se hace.
La cura de los apegos soluciona los más diversos problemas.
Nos permite encontrar respuesta a muchas preguntas: ¿Cómo hallar la esencia de las cosas? ¿Cómo hago para desapegarme de una idea? ¿Cómo hago para desapegarme de mi actual manera de ser? ¿Cómo hago para liberarme de lo que me aprisiona? ¿Cómo hago para trascender mis defectos? ¿Cómo hago con esa enfermedad que los médicos no saben tratar? ¿Cómo hago para llenar el vacío que siento en mi vida?
Sólo hay una respuesta para todas esas preguntas: ir al interior del corazón, para dentro del propio ser. Allá la consciencia del alma, que es universal, nos aguarda desde siempre. Es en el corazón donde se curan los apegos, porque allí está la esencia de todo. Allí, nada nos falta.
Desconozco su autor.
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Reflexiones
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