miércoles, agosto 14, 2013 |
Es aquella que nos hace realmente seres bellos. Sin ella, la
belleza física o exterior se opaca.
Quienes tienen belleza interior brillan, tienen luz propia.
Al conectarte con tu verdadero ser, con Dios o esa energía interior, día a día vas aumentando esa belleza.
Belleza que al aumentar moldeara al exterior y ese exterior llegara a ser invisible a los ojos de los demás, solo se verá lo bello de tu interior.
La belleza exterior llega a ser un obstáculo en la búsqueda del interior: llegas a identificarte demasiado con lo exterior. Muchas veces alimenta demasiado al Ego.
Te puede atraer alguien por su belleza exterior. Pero después comienzas a descubrir su estado interior y esa deberá corresponder a su belleza exterior para que perdure esa relación.
Lo externo es temporal nadie es joven eternamente. Y si lo pretende ser, ya internamente perdería mucho, porque su interior no crecería para nada.
Podrás pagar cirugías pero no puedes comprar tu dignidad, tu gracia más profunda.
Esa gracia que comienza a inundar tu ser exterior que transforma no sólo el interior da un nuevo rostro a tu ser exterior: inocencia, serenidad, profundidad, paz, amor que embellecerá alrededor tuyo. Tu exterior llega a ser hermoso, alegre. Pero debes comenzar desde el interior.
Cuidar nuestro cuerpo y mantenerlo saludable y bien moldeado, es sin duda sensacional.
Se experimenta un sentimiento de autorrealización y una mayor confianza en sí mismo por esto.
Sin embargo, el aspecto físico no es mayor ni menor que el aspecto interno, y es en este punto en el que la mayoría falla.
Algunos dirán que la belleza interior nadie la ve, que no importa que esté mal, igual no se darán cuenta.
Muchas cosas no se ven pero si son importantes, es todo lo abstracto que no lo vemos pero lo sentimos.
Muchos nunca lo han tomado en cuenta, y luego se preguntan por qué su vida está como está.
Con la belleza interna tenemos una vida organizada, somos ordenados y cuidadosos con nuestras emociones, alimentamos nuestros valores, cualidades y talentos para aumentar lo positivo y desvanecer naturalmente lo negativo.
Tu exterior, es el resultado de lo que llevas dentro. El dinero, la salud, la enfermedad, la riqueza, tu situación actual en cada una de las áreas de tu vida, es un resultado de lo que tú mismo eres.
Tu interior debe ser hermoso, lleno de buena energía, de buenos sentimientos para brindarte a tí mísma y a los demás, de valor para trasmitir, de enseñanzas para brindar, de comprensión, amor y afecto para los demás…
De nada vale arrancar los frutos u ocultarlos, porque volverán a nacer o los descubrirán.
Cambia desde la raíz, desde su origen y así todo irá bien, verás diferentes resultados.
Si te sientes bella, tu fe en ti misma y la confianza, te traerán un resplandor de belleza que ni la belleza exterior podrá competir con ella.
Pero si te sientes fea, tu belleza interior reflejará la misma idea y la proyectarás en tu belleza exterior.
Si realmente te sientes bella por dentro, nunca le parecerás "fea" a nadie.
Observa ¿como te amas a ti mismo? ¿La forma que te relacionas con los demás? ¿Cómo te sientes ante las situaciones de la vida?
Al igual que cuidas tu aspecto externo (cabello, uñas, ejercicio, ropa), cuida y cultiva tu lado espiritual diariamente (compasión, conciencia, entusiasmo, optimismo,inteligencia, creatividad). Y recuerda que si no honras tu belleza interna será muy difícil que la puedan percibir la belleza los demás.
Las apariencias pueden engañar. La belleza interna es verdadera y auténtica. Cultívala.
Deja que los ojos vean la verdad. Simplemente mirando a la gente a los ojos podrás conocer mucho de las personas.
La belleza interna no se ve, sino que se siente cuando estas sólo o con alguien. No tiene nada que ver con el aspecto externo. Te sientes seguro, calmado y feliz cuando estás al lado de un espíritu bello.
Olvídate del lado superficial de la imagen. Elimina las palabras y los sentimientos negativos hacia tu imagen y la de los demás. Enfócate de hoy en adelante sólo en afirmaciones positivas.
No tengas miedo de notar y agradecer la belleza interna de las personas a tu alrededor. Es contagioso y positivo para ti y tu entorno.
Rodéate de gente que reconozca lo más bonito que hay en ti, que te haga sentir feliz, que tenga actitudes y valores positivos.
Ama tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. El reflejo de lo interno es lo exterior.
El mayor tesoro del universo está en nosotros, lo encuentras en tu interior, en tu corazón. ¿Qué ves en él?
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Reflexiones
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