viernes, julio 19, 2013 |
La abrazoterapia es una innovadora técnica de regulación físico-emocional que utiliza los abrazos de forma literal y metafórica- como instrumento terapéutico.
Permite la aproximación a la persona como un ser holístico, por lo que tiende a integrar su cuerpo, mente y emociones de forma armónica y equilibrada.
Busca darle marco a una actividad natural y atávica del ser humano, que por diversas razones se ha visto desvirtuada.
Ya se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien, y una de las formas más importantes de contacto físico es el abrazo.
Cuando nos tocamos y nos abrazamos con espíritu solidario y alegre, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos. Algunas veces no encontramos las palabras adecuadas para expresar lo que sentimos. Otras veces, simplemente no nos atrevemos a decirlas, ya sea por timidez o porque los sentimientos nos abruman, en esos casos se puede contar con el idioma no verbal de los abrazos.
No solo debemos utilizar el lenguaje también debemos utilizar la sabiduría intuitiva, sin palabras y escuchar con el corazón. Así percibiremos el significado más profundo del misterio al que llamamos amor.
Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado.
Acrecienta la voluntad de vivir a los enfermos. Es de todos bien sabido que cuatro abrazos al día son necesarios para sobrevivir, ocho para mantenerse y doce para crecer como personas.
Relación entre el cerebro y los abrazos
Diversas publicaciones científicas (Psychosomatic Medicine y Hormonal Behavior), informan los resultados de investigaciones llevadas a cabo, que concluyen que la hormona oxitocina liberada por el cerebro en diversas situaciones, entre otras en el momento del parto, de la lactancia y también en el acto del abrazo.
Esta hormona considerada como la hormona del comportamiento del apego y el afecto explica científicamente la auténtica sensación de bienestar que se experimenta en el momento del abrazo, puesto que actúa como anti estrés bajando los niveles de cortisol, lo que reduce la ansiedad y la sensibilidad a dolor.
Asimismo algunos investigadores afirman que esta maravillosa hormona cuando es segregada por las mujeres que se encuentran frente a situaciones de estrés, tienden a proteger a sus hijos y a agruparse entre ellas.
Es decir este contacto-abrazo, da por resultado el reforzamiento de la amistad y el sentido de pertenencia al género, lo que se puede entender como un mecanismo adaptativo frente a los peligros circunstanciales.
La mayor cantidad de oxitocina segregada en estas ocasiones da por resultado una disminución del estrés provocando sensación de alivio y bienestar.
¿Que nos brinda un abrazo?
Seguridad: no importa cuál sea nuestra edad ni nuestra posición en la vida, todos necesitamos sentirnos seguros. Si no lo conseguimos actuamos de forma ineficiente y nuestras relaciones interpersonales declinan.
Protección: el sentirnos protegidos es importante para todos, pero lo es más para los niños y los ancianos quienes dependen el amor de quienes los rodean. Cuando los médicos endocrinólogos diagnostican en un niño enanismo psicosocial, para su recuperación no basta con suministrarles hormona de crecimiento, hay que insertarlos en un entorno afectuoso, donde sea abrazado y acariciado.
Confianza: la obtendremos de la sensación de seguridad y protección que recibimos. La confianza nos puede hacer avanzar cuando el miedo se impone a nuestro deseo de participar con entusiasmo en algún desafío de la vida. Varios estudios realizados con bebes prematuros a los que se les hizo seguimiento hasta cumplir un año, demuestran que aquellos que son masajeados (contacto físico amoroso), aumentan de peso un 50% más de prisa, su sistema nervioso madura más rápidamente y se vuelven más activos.
Fortaleza: quizá pensamos que la fortaleza es una energía desarrollada gracias a la decisión de un individuo pero siempre podemos transmitir nuestra fuerza interior convirtiéndola en un don para el prójimo para confirmar y aumentar la energía ajena. Cuando transferimos nuestra energía con un abrazo, aumentan nuestras propias fuerzas.
Sanación: nuestra fortaleza se convierte en poderosa energía curativa cuando la transmitimos por medio del abrazo. El contacto físico y el abrazo imparten una energía vital capaz de sanar o aliviar dolencias menores.
Auto-valoración: el reconocimiento de que valemos es la base de toda satisfacción y todo éxito en nuestra vida. Mediante el abrazo podemos transmitir el mensaje de reconocimiento al valor y excelencia de cada individuo.
Fuente: Infomistico
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Reflexiones
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