Pensar mucho es síntoma de enfermedad. Significa que te has dejado esclavizar por tu mente. Que no estás utilizando la mente, sino que la mente te está utilizando a ti.

La angustia, la depresión y la enfermedad surgen, porque piensas mucho.

Si tú no puedes dejar de pensar en algo, es porque tu mente te ha dominado.

Mientras más piense, más sufrirás.

El sufrimiento está íntimamente vinculado a los pensamientos.

Las personas que más sufren son las personas que pasan recordando su pasado o preocupándose por el futuro.

Si ves en la calle a una persona sola, hablando en voz alta, seguramente creerás que está loca. Y justamente es lo que tú haces, aunque tu voz no se escuche. Pues interiormente siempre estás discutiendo, defendiéndote, juzgando, comparando, quejándote, aceptando a unos, rechazando a otros, y así sucesivamente.

Y lo peor de todo, es que siempre estás recordando un pasado horroroso e imaginándote un futuro tenebroso. Todo esto significa que tú estás viviendo con un torturador en la cabeza, un verdugo que constantemente te ataca, te castiga y te desgasta inútilmente tu energía vital.

Tu mente bien utilizada es un instrumento maravilloso, pero si te dejas dominar por ella, se transformará en una tirana que hará de ti un esclavo de sus caprichos.

Siempre con Amor