A través del plexo solar se recarga también energía cósmica, que es la energía que lleva incorporado el mensaje de Cosmos y que penetra, indefectiblemente, por esa área corporal; su entrada queda anulada únicamente cuando se reniega de la vida o de lo que la vida depara, para volver a fluir cuando el estado de ánimo, astral y físico están normalizados. 

Lo que se recibe como energía astral tiene un cierto grado de inteligencia. Las formas circulares no compactas, como los aros, situadas sobre el plexo solar poseen la característica de concentrar energía con más intensidad y si, además, tienen grabada una espiral, la intensidad aumenta. El chakra del plexo solar, durante el día, gira en sentido contrario a las agujas del reloj y tiene un color rosáceo, pero por la noche, a partir de las 7 de la tarde (hora solar), gira en el otro sentido y se vuelve de color blanco azulado. Ahora bien, si una persona duerme de día no recargará más que una pequeña parte y no precisamente por el plexo solar, sino por los otros chakras, que influyen sobre las glándulas con las que se encuentran vinculados; de ahí la irritabilidad que normalmente siente al despertar. 

Estar en vigilia durante la noche reduce al 15% la carga de energía cósmica pura, pero este chakra principal tiene dos momentos de máxima aceleración: la 1 del mediodía y la 1 de la madrugada, hora solar. Es en esos momentos cuando se producen alteraciones en el cuerpo físico en el sentido de que se produce una caída de tono vital y que el chakra intenta compensar ya que el cuerpo en esos dos momentos sufre una bajada de tensión producida por la disminución de azúcar en la sangre. 

Angel Luis Fernández