lunes, abril 29, 2013 |
Freud solía decir que lo mejor que él podía hacer era tomar a alguien de un estado de miseria neurótica y devolverlo a la infelicidad común.
Buda tomó la infelicidad común como un punto de partida y prometió algo más: el fin del sufrimiento.
La meta de Freud de aceptar la infelicidad común es también la meta de Buda.
A partir de reconocer y aceptar nuestra infelicidad -sin tratar de deshacerse de ella- aparece la posibilidad de libertad.
La cuestion no estar en rechazar o tratar de deshacerse de ella, la cuestion no esta en luchar contra la infelicidad, sino dejarla fluir como cualquier tipo de pensamientos que pasen por nuestra mente, cuando me refiero a cualquier tipo de pensamientos , aunque suene escandaloso para muchos.
Tambien incluyo los pensamientos de alegria, no aferrarse a ellos , dejarlos fluir, ya que nuestras vidas tienen sus calmas y tempestades, si estamos aferrados a los pensamientos alegres, cuando lleguen las tormentas por estar aferrados a los alegres, estaremos incluso en el sufrimiento.
La paz de la mente que se busca ya esta en tu interior, son muchos los pensamientos que hay que dejar ir, no te aferres o apegues a ellos.
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Reflexiones
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