domingo, julio 08, 2018 |
Néstor A. Scamarone M. 

Existen algunos términos como: bolas, soplan vientos, no sabes la última, te cuento, para designar al chisme, incluso hay muchas otras formas de hacerlo pero el resultado es el mismo, el daño moral a las personas. "Todo chisme es una infidencia, y toda persona que lo cuenta, de manera consciente o inconsciente es un infidente que refleja y tiene obviamente una conducta patológicamente envidiosa"Sic. - señala el psicoanalista George Kantor y agrega, "Una persona que este llena de envidia probablemente va a ser más chismosa"Sic. El chisme es con frecuencia la respuesta hostil contra la persona exitosa. Apenas alguien tiene éxito, se llena de habladurías y chismes a su alrededor, lo cual explicaría la multitud de chismes acerca de personajes de la política, del espectáculo o de la actividad pública o privada. El psicoanalista Moises Lemlij añade que "El chismoso divulga en sus mensajes sus propias carencias, de ahí que el chismoso desconfía de todos y para él todos son malos, no tiene fe ni en lo que escucha y menos en lo que tiene o ve". Es obvia la envidia que exhibe al tratar de disminuir al personaje central de su rumor, pero esta envidia se transfiere como una cadena de quien chismea a quien escucha el chisme; más aún, el mal hablado señala que él no lo es y siempre le echa la culpa a otro de sus calumnias - es una manera de lavar su pecado. Lemlij dice que "El chisme está originalmente vinculado a la envidia, a la frustración sexual, al anhelo oscuro de lo prohibido y perturbado"Sic. El chismoso envidia la belleza, el éxito, el dinero, la inteligencia, los deseos ajenos, llega a envidiarse así mismo al comparar el pasado con el presente o viceversa. 

El sicólogo Wilhem Nugent opina que el chisme ataca de dos maneras básicas; por un lado "Es una comunicación informal que adquiere mucha fuerza cuando fallan los canales formales; cuando hay censura o poca transparencia. Y por otro lado cumple una acción de vulgarizar lo que el chismoso no puede alcanzar"Sic. Como el chisme busca torpedear el éxito ajeno, los temas del chisme son por lo general, aspectos denigratorios o vergonzantes. Apuntan a lo más vulnerable de la intimidad de las personas: lo sexual, lo amoroso, lo secreto, lo violento y lo que escapa a las convenciones de las buenas costumbres y los modales. Los temas favoritos son tragedias personales ajenas, los traumas que se quieren ocultar, la conducta sexual intima de la persona o alguna falta; con frecuencia se busca empañar un éxito profesional, económico o intelectual con alguna acción deshonrosa que se la lanza a lo público, sea esta verdad o mentira. 

El chisme en pequeños grupos humanos, familiares, profesionales, clubes, son doblemente dañinos, porque en estos casos la envidia va cargada de odio, asesinándose con la palabra. Es conocida la tradición española de "Pueblo chico infierno grande" y esto es obvio por cuanto en pueblo chico (hay pocos colegios, no hay universidades, centros culturales, la comunicación es lenta, los adelantos técnicos llegan con una generación de atraso, escasean los servicios públicos, etc etc.) es mayor la incultura y menor la educación, vale decir es más fácil que existan chismosos dado la tendencia a la promiscuidad a que tienden los pequeños grupos humanos. 

El chismoso es el resultado de una patología genética o creada con el tiempo, producto de la envidia y el odio generacional incosciente; según los especialistas es una persona que se siente insignificante que cree crecer al hablar de un importante, que de manera consciente y lo más grave - inconsciente, busca denigrar a los demás debido a su envidia. Es fácil darse cuenta si una persona es chismosa, por que tan pronto habla, demuestra una habitual y total desconfianza en todo y en todos. En muchos casos el chismoso es el resultado de frustraciones insanas que necesitan de atención psicológica, de ahí que el chisme puede ser realmente contagioso, esto es fácil apreciarlo en determinados pueblos, grupos, sobre todo en la familia donde se hace más nociva la envidia, por cuanto el envidioso se pone facilmente en evidencia, al ser conocidas por sus parientes, las características malsanas de su personalidad. 

A comienzos de siglo el chisme como dice Ortega y Gasset, se institucionaliza e industrializa de verguenza y camina de los pueblos a las grandes urbes arrazando de tal manera con las buenas costumbres que se pierden los valores ideales, nace el anarquismo de los conceptos morales. Posterior a las grandes guerras el chisme se va cargando de odio y después de envidia, con esto no queremos decir que antes no existió el chisme, no, lo que tratamos de decir es que estas guerras desgarraron lo consciente moral que tenía el hombre. El envidioso es inicialmente aceptado, pero siempre va a terminar aislado de manera física o aparente, nadie en el fondo confía en él - vale decir lo soportan por convencionalismo social, pero se le repudia. Es necesario educar a nuestra población desde el estado, la familia y la iglesia contra una cuasi difamación constante, que es la envidia y el chisme, así tendremos mejores ciudadanos que confíen y ayuden a su prójimo en la razón y hagan del mundo un lugar feliz y sobre todo confiable y habitable para su desarrollo y progreso.
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