martes, marzo 22, 2011 |
Un discípulo llegó a lomos de su camello ante la tienda de su maestro sufí. Desmontó, entró en la tienda, hizo una profunda reverencia y dijo:

- “Tengo tan gran confianza en Dios, que he dejado suelto a mi camello ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que le aman”.

- “¡Pues sal fuera y ata tu camello estúpido!”, le dijo el maestro. “Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo.”

Anthony de Mello
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2 Dejaron huellas de su paso...:

On 22/3/11 07:11 , julia rubiera dijo...

muchisimas gracias por regalarnos este texto tan bello y reflexivo a la vez, un besin muy grande de esta asturiana

 
On 22/3/11 14:57 , Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

¡Gracias por traernos una de los más aleccionadores cuentos de A. de Melo!
Autor cuyas obras y cuentos muchos usamos por su alto contenido pedagógico.
Un beso

 
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