miércoles, junio 30, 2010 |
El lenguaje del rostro es un lenguaje infinitamente profundo, la forma de mirar, el brillo de los ojos, la expresión de las cejas y la entonación de la voz, son mensajes que nada tienen que ver con las palabras que se dicen, mensajes que complementan la idea inicial, mensajes que nos abren la puerta al mundo interior.

La persona que ha decidido seguir el camino de la felicidad, no puede equivocarse, la experiencia que está sintiendo en su interno es reflejada a través de cada poro de su piel, es mostrada al mundo con sus ojos, con sus palabras, con sus movimientos, con su sonrisa, con la tranquilidad de su rostro.

La armonía es una fuerza cósmica que normaliza el flujo energético entre todos los vehículos del hombre y, por lo mismo, el vehículo físico se convierte en una expresión perfecta de esta misma armonía, como es adentro es afuera.

La expresión se torna dulce, serena, armónica, los rasgos se suavizan, la mirada se llena de un sentimiento de amor, la misma entonación de la voz nos habla de esa fuerza, de esa armonía, de esa tranquilidad que la persona está sintiendo en su interno; el ser humano se hace congruente con su realidad interna, y aunque permaneciera callado, su rostro hablaría por él, y aún cuando sus palabras estuviesen recriminando suavemente a una persona, sus ojos le estarían hablando del inmenso amor con que lo hace, su mirada penetraría las más cerradas cárceles de los corazones lastimados; la forma de hablar y conducirse inspirarían tal confianza en el resto de las personas, que todos los temores y todos los prejuicios caerían derrumbados ante este magnetismo que irradia.

Por eso es importante cuidar el rostro y entender que las emociones internas se ven reflejadas en ese espejo que todos tenemos en la cara.

Cultiven miradas dulces, profundas y escrutadoras, no descuiden el lenguaje y véanlo siempre como la más perfecta manifestación, que el hombre ha desarrollado para acercarse los unos a los otros.

Usen sus manos para trabajar y para explorar los caminos hacia el corazón de sus semejantes; un apretón de manos, una palmada en la espalda, tal vez sean capaces de romper los más duros cerrojos.

Acérquense sin temor hacia aquellos a quienes aman y muéstrenles algo de esa paz interior que ahora experimentan.

El amor es una irradiación de persona a persona.

Los discípulos del mundo conocen perfectamente las maravillas que el amor obra entre los seres humanos, pero ese amor no puede ser expresado a través de libros, o a través de cassettes, tiene que ser mostrado para que la irradiación sea real, para que ese influjo que es emitido a través de la mirada, a través del aura de la persona, pueda envolver al ser con quien queremos comunicarnos.

¿Saben ustedes que los corazones que se han abierto el uno al otro no necesitan de palabras, no necesitan incluso de miradas?, la comunión total no tiene que ser explicada, no tiene que ser reafirmada, tan sólo se vive, se experimenta, se disfruta.

De cuando en cuando encontraremos corazones con quienes podamos experimentar la identificació n total; de cuando en cuando encontraremos seres que son para nosotros como dos gotas de agua, podremos estar con ellos y reconfortarnos y sentirnos dueños del universo; podremos permanecer, mandar y recibir mensajes sin palabras, y después de esos momentos mágicos, seguiremos sabiendo que la distancia es tan irreal como el mundo que nuestros pies pisan.

Y transitaremos el camino buscando reflejar esa verdad interior a través del rostro, siendo como los faros de luz que alumbran las tinieblas de aquellos que aún no han aprendido a encender la mística lámpara del espíritu. Y nuestros pasos nos llevarán sin prisas, hacia ese océano de paz en el que se funden todas las almas una vez que han encontrado el camino de la felicidad.

Enviado por Glenda
lunes, junio 28, 2010 |
Hay dos acciones que forman parte de la Caridad: una acción interna y una acción externa. La acción interna trata con el equilibrio y el fluir interno del Amor. Es muy difícil dar de tí cuando estás en un estado de remordimiento, resentimiento o cólera.

La única forma de dar verdaderamente, es al estar en un estado de gozo, de creatividad y de abundancia interna. Ese estado se hace presente únicamente cuando estás practicando tus dotes espirituales, tus dotes de amor. Cuando inspiras el Amor Divino, sientes las corrientes de Dios en tu propio ser y sientes el gozo y dicha del Alma.

- John-Roger
De: El Camino de Salida
viernes, junio 25, 2010 |
Excelente presentación, vale la pena verla completa y analizarla a profundidad.
Un triunfador es parte de la solución.
Un perdedor es parte del problema.
miércoles, junio 23, 2010 |

El sol se despedía del Imperio Tré. El vasallo caminaba junto a la anciana del molino amarillo. Iban conversando sobre la vida.

- ¿Qué cosa es lo que más te gusta de la vida, anciana?

La viejecilla del molino amarillo se entretenía en lanzar los ojos hacia el ocaso.

- Los atardeceres –respondió.

El vasallo preguntó, confundido:

- ¿No te gustan más los amaneceres? Mira que no he visto cosa más hermosa que el nacimiento del sol allá, detrás de las verdes colinas de Tré.

Y reafirmándose, exclamó:

- ¿Sabes? Yo prefiero los amaneceres.

La anciana dejó sobre el piso la canastilla de espigas que sus arrugadas manos llevaban. Dirigiéndose hacia el vasallo, con tono de voz dulce y conciliador, dijo:

- Los amaneceres son bellos, sí. Pero las puestas de sol me dicen más. Son momentos en los que me gusta reflexionar y pensar mucho. Son momentos que me dicen cosas de mí misma.

- ¿Cosas? ¿De ti misma...? – inquirió el vasallo. No sabía a qué se refería la viejecilla con aquella frase.

Antes de cerrar la puerta del molino amarillo, la anciana añadió:

- Claro. La vida es como un amanecer para los jóvenes como tú. Para los ancianos, como yo, es un bello atardecer. Lo que al inicio el precioso, al final llega a ser plenamente hermoso. Por eso prefiero los atardeceres. .. ¡Mira!

La anciana apuntó con su mano hacia el horizonte. El sol se ocultó y un cálido color rosado se extendió por todo el cielo del Imperio Tré. El vasallo guardó silencio. Quedó absorto ante tanta belleza.

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloreé con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.
lunes, junio 21, 2010 |
Un hombre de 92 años, bajo, muy bien vestido, quien cuidaba mucho su apariencia, se está cambiando a una casa de ancianos hoy.

Su esposa de 70 años murió recién y él se vio obligado a dejar su hogar.

Después de esperar varias horas en la recepción, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto está listo.

Conforme camina lentamente al elevador, usando su bastón, yo le describo su cuarto, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana.

- «Me gusta mucho», dijo, con el entusiasmo de un niño de 8 años que ha recibido una nueva mascota.

- «Señor, usted aún no ha visto su cuarto, espere un momento, ya casi llegamos».

«Eso no tiene nada que ver», contesta.

«La felicidad yo la elijo por adelantado. Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo».

«Ya está decidido en mi mente que me gusta mi cuarto. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto».

« Yo puedo escoger: Puedo pasar mi día en cama enumerando todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan bien, o puedo levantarme y dar gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan bien »

«Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir mis ojos, me enfocaré en el nuevo día, y todos los recuerdos felices que he construido durante mi vida».

«La vejez es como una cuenta bancaria: Tú retiras al final lo que has depositado durante toda tu vida».


Autor desconocido
viernes, junio 18, 2010 |
miércoles, junio 16, 2010 |
Dos hombres fueron condenados.

La sentencia consistía en que en un día determinado, en veinte años, serían
torturados lentamente hasta la muerte.

Al escuchar la sentencia, el más joven se retorció de la pena y del dolor, y a partir de ese día, cayó en una profunda depresión.

"¿Para qué vivir?" se preguntaba, "si de todas maneras van a arrebatarme la vida, y de una manera inconcebiblemente terrible!"

Desde ese día nunca fué el mismo. Cuando alguno de sus cercanos, compadecido por su estado, le ofrecía apoyo para tratar de alegrarlo, respondía rencorosamente diciendo:

- Claro, como tú no tienes que cargar mis penas, todo te parece fácil.

En otras ocasiones también replicaba:

- Tú no sabes lo que sufro, no es posible que me entiendas...

Y, a veces, alegaba en voz alta:

- ¿Para qué me esfuerzo? Si de todas formas...

Y así, poco a poco, el hombre se fué encerrando en su amarga soledad y murió mucho antes de que se cumpliera el plazo de los veinte años.

El otro hombre, al escuchar la sentencia, se asustó y se impresionó, sin embargo a los pocos días resolvió que, como sus días estaban contados, los disfrutaría.

Con frecuencia afirmaba:

- No voy a anticipar el dolor y el miedo empezando a sufrir desde ahora.

Otras veces decía:

- Voy a agradecer con intensidad cada día que me quede.

Y, decidió disfrutar de la gente que lo rodeaba, a su compañero de sentencia solo lo respeto en su vision de vida y se alejo de el, para tener la oportunidad de sembrar en los otros lo mejor de sí.

Cuando alguien le mencionaba su condena, respondía en broma:

- Ellos me condenaron, yo no me voy a condenar sufriendo anticipadamente y, por ahora, estoy vivo.

Fué así que, paulatinamente, se convirtió en un hombre sabio y sencillo, conocido por su alegría y su espíritu de servicio.

Tanto, que mucho antes de los veinte años, le fué perdonada su condena.

Amigo mío, el 99% de tus miedos no se realizarán.

Cree en tu fuerza, disfruta la libertad de ser feliz.

La verdadera libertad no está en lo que haces, si no en la forma como eliges vivir lo que haces, y sólo a ti te pertenece tal facultad.


Enviado por Ivanna
lunes, junio 14, 2010 |
Este post me resulta muy emotivo, la pasada semana el martes 8 de junio saliendo de casa observo un pequeño colibrí en caída vertiginosa, intenta sujetarse de las tejas de la entrada del garaje de la casa del frente no lo logra y sigue en caída, luego trata de aferrarse a los barrotes de la reja y tampoco tiene éxito y cae en la acera, con las alitas abiertas. Me acerco y está aturdido por los golpes, aprecio que es un pichón que posiblemente ha caído del nido. Lo recojo con cuidado, y lo traigo a casa, necesita cuidados además en la acera cualquiera puede hacerle daño. Ya he pasado por esta experiencia ver post Aferrarse a la vida publicado el 26 de noviembre de 2007.Permaneció bajo mis cuidados hasta que el domingo 13 de junio cuando es devuelto ya recuperado regresa a su habitat natural, donde deben permanecer las aves. Ningún ser vivo debe estar en cautiverio, su lugar es la libertad.
Tal como el anterior fue muy hermoso sentirlo aferrarse a mis manos, mientras se alimentaba. Hizo sus prácticas de vuelo en mi cuarto, cerré ventanas y puertas para cerciorarme que efectivamente lo hace bien y sin riesgos. Al apreciar que su vuelo es firme y decidido, indica que es momento de regresar a la naturaleza.
Me siento inmensamente feliz, pocos en la vida han tenido la dicha de fotografiar un colibrí, yo los he tenido en mis manos en dos oportunidades, es una gran bendición haber servido de ayuda en salvar estas bellas aves.
Momento en que soltaba mi mano para salir hacia la libertad. Buena suerte pequeño, espero verte en alguna oportunidad. Tu permanencia me hizo feliz, gracias por traerme esa dicha.
viernes, junio 11, 2010 |
miércoles, junio 09, 2010 |
Por Ayatolla.

En una cena de camaradería, en el Club CILSA de la ciudad de Santa Fe, Argentina, que aglutina especialmente a amigos y familiares de niños con capacidades especiales, el padre de uno de estos chicos, pronunció un discurso que nunca será olvidado por las personas que lo escucharon.

Después de felicitar y exaltar a la institución y a todos los que trabajan por y para ella, este padre, hizo el siguiente razonamiento:

- "Cuando no hay agentes externos que interfieran con la naturaleza, el orden natural de las cosas alcanza la perfección. Pero mi hijo, no puede aprender como otros chicos lo hacen. No puede entender las cosas como otros chicos. ¿Donde está el orden natural de las cosas en mi hijo?"

La audiencia quedó impactada por la pregunta.

El padre del niño continuó diciendo:

- "Yo creo que cuando un niño como Facundo, física y mentalmente discapacitado viene al mundo, una oportunidad de ver la verdadera naturaleza humana se presenta, y se manifiesta en la forma en la que otras personas tratan a ese niño".

Entonces contó que un día caminaba con su hijo, por la vereda de un pequeño club de barrio, donde, tras un alambrado, algunos chicos jugaban al fútbol. Facundo le preguntó a su padre: "¿Crees que me dejen jugar?" Su padre sabía que a la mayoría de los muchachitos nos les gustaría que alguien como Facundo jugara en su equipo, pero el padre también entendió que si le permitían jugar a su hijo, le darían un sentido de pertenencia muy necesario y la confianza de ser aceptado por otros a pesar de sus habilidades especiales.

Ingresaron por una abertura del alambrado, que en otro tiempo había poseído un pequeño portón de chapa. Cuando en el transcurso del juego, se acercó al sitio donde estaban parados, el chico que tenía la raída cinta de Capitán de uno de los equipos que estaban jugando, en su brazo izquierdo, y le preguntó (sin esperar mucho) si "Facundo, podría jugar..."

El chico miró alrededor, como buscando alguien que lo aconsejara y dijo: - "Estamos perdiendo por dos a uno... Y al partido le quedan unos quince minutos... Supongo que puede unirse a nuestro grupo de suplentes y trataremos de que entre un rato antes del final."

Facundo se desplazó con dificultad hasta "el banco de suplentes" y con una amplia sonrisa, se puso una camiseta del equipo, traspirada y abandonada en el suelo por un jugador reemplazado, que, fuera de la cancha, se encontraba absorto, frotándose un tobillo hinchado.

Mientras Facundo se sentaba entre el grupo de los que esperaban su posibilidad de jugar, su padre lo contemplaba. Los otros chicos notaron algo muy evidente: la felicidad del padre cuando su hijo era aceptado.

Cuando faltaban cinco minutos para terminar el partido, el equipo de Facundo logró empatar el encuentro, con un verdadero "cañonazo" increíble, desde la mitad de la cancha, que sorprendió al encandilado arquero, al venir del lado del sol, que caía con la tarde.

Quedaban algunos instantes cuando ocurrió otro hecho notable: una mala entrega de un defensor adversario, permitió al centrodelantero "del equipo de Facundo" hacerse de la pelota en el área y cuando se aprestaba a definir con todas las posibilidades, el defensor, ofuscado por su desafortunada jugada anterior, lo "barrió" desde atrás; pitando el árbitro sin titubear: ¡Penal! ¡Penal sobre la hora...!

En medio de los acalorados festejos del equipo, por la incomparable oportunidad de ganar y "¡sobre la hora!" al tradicional oponente, se vio que el centro delantero, encargado principal de patear los penales, apenas podía ponerse en pie por el fuerte golpe recibido.

Fue allí que el muchachito con la cinta de Capitán del equipo convocó al grupo de jugadores que deliberaba sobre quién patearía la pena máxima y les indicó a todos, a voz en cuello, y señalándolo a Facundo:- "¡Tenemos entre los suplentes, al mejor pateador de penales del equipo! ¡Nos queda un cambio!."

Y dirigiéndose al árbitro le indicó: - "¡Yo salgo!. ¡Y él entra a patear el penal!"

El referí aceptó la propuesta, mientras autorizaba el relevo de los jugadores, en medio de la sorpresa del resto del equipo del Capitán, que se dirigía hacia Facundo, sentado aturdido en el borde del campo.

Llegó a su lado, le dio la mano y... de un tirón, lo puso de pie, le dio un ligero abrazo y cuando se alejaba despreocupado, giró y le gritó: - "¡Suerte!..." Facundo, obviamente extasiado sólo por estar en el juego y en el campo, sonreía de oreja a oreja mientras su padre lo animaba desde un poco más lejos, mientras en su cabeza un
torbellino de preguntas se sucedían sin control: "con esta oportunidad, ¿le dejaban patear y renunciar a la posibilidad de ganar el partido?"

Sorprendentemente, Facundo ingresó a la cancha.

Sus dificultosos pasitos y su desmañada figura, indicaron a todos los jugadores del campo, que un certero disparo por parte de Facundo era imposible. Así hubiera sido un teórico experto en fútbol, todos se dieron cuenta de que no podría, quizás, hacer llegar la pelota al arco.

Sin embargo, mientras se paraba delante de la pelota ubicada en el círculo, a doce pasos del arquero ponente, el padre de Facundo tuvo la fuerte sensación de que quizás..., el otro equipo..., estuviera dispuesto a perder..., ¡para permitirle a su hijo tener un gran momento en su vida!

Facundo se movió unos pasos al frente y golpeó la pelota muy suavemente. El arquero, que notó obviamente la dirección que llevaba el balón, se arrojó hacia ese costado..., ¡pero como para "sacarla" desde el ángulo superior del arco...! ... Mientras la pelota, ingresaba... apenas rodando bajo su cuerpo... ¡y trasponía la línea del gol.!

El árbitro convalidó el tanto y pitó dando por terminado el partido...

Facundo, con sus brazos en alto, rebosando felicidad, giró la cabeza mirando a su padre... mientras (cosa extraña) los jugadores de ambos equipos lo vitoreaban y abrazaban como el héroe que convirtió el gol que dio a su país el campeonato mundial de fútbol ...

"Ese día", dijo el padre, "los chicos de los dos equipos, ayudaron, dándole a este mundo un trozo de verdadero, cálido y prístino, amor humano".

Facundo no sobrevivió otro verano. Murió ese invierno..., sin olvidar nunca haber sido el héroe... y haber hecho a su padre muy feliz...., haber llegado a casa. y ver a su madre llorando de felicidad y ¡abrazando a su héroe del día...!
lunes, junio 07, 2010 |
PON ORDEN EN TU VIDA.
Detén tu alocada carrera diaria ¿Adónde vas con tanta prisa? Ubícate!! haz una lista de lo importante y de lo urgente, ordena tus cosas pendientes por prioridad. Respira profundo y piensa con calma QUÉ quieres de la vida, cual es tu sueño... ¡y una vez que lo identifiques ve por él! Ponte metas pequeñas a corto plazo y cumple con ellas para que poco a poco, alcances metas mayores.

PRACTICA EL AGRADECIMIENTO.
Lo más importante de todo lo que está ocurriendo en este momento es que........ ¡Estas vivo! Estar vivo es un regalo... algo tienes que hacer, alguna misión que cumplir, ¿qué esperas?
Agradece los dones que día a día te ofrece la vida, cuéntalos y haz buen uso de ellos, muchas veces tenemos más de lo que podemos disfrutar, pero nos cuesta trabajo reconocerlo.

OBSERVA TUS PENSAMIENTOS.
Sabias que lo que piensas de un problema es más importante y determinante que el problema en sí? Sé que muchas veces no es fácil enfrentarlos. .. pero, haz el esfuerzo de volverte más positivo y mejora tu actitud. Evita ser portador de malas noticias, no te involucres en chismes o comentarios negativos hacia otras personas... ¡vive y deja vivir!

ACEPTA LO QUE NO PUEDES CAMBIAR.
El pasado ya no importa, pues ya ocurrió; olvídate de los malos sentimientos; vive tu duelo; perdona y libérate del peso que por tanto tiempo has cargado. Ábrete a comenzar de nuevo; puedes progresar y cambiar tu situación personal. Toma tiempo pero es posible mejorar tu situación en la vida por difícil que sea. Comienza a ver los inconvenientes, como oportunidades y procura darle una respuesta creativa a cada situación.

ENTREGA EL 100% EN TODO MOMENTO.
Comprométete a dar y a recibir con abundancia; ofrece a quien te encuentras, siempre, un pequeño regalo: una sonrisa, unas gracias, un saludo, una palabra de aliento. Mantén en circulación la verdadera riqueza de la vida. Muestra interés, aprecio y comprensión por los demás. Silenciosamente envía pensamientos de amor, solidaridad, paz y alegría.

ÁBRETE A LA COMUNICACIÓN.
Crea puentes de comunicación que te permitan expresar y compartir tus ideas y sentimientos. Deja de esperar a que otros se comuniquen contigo, toma la iniciativa y acércate a ellos para compartir y crear soluciones y estrategias para iniciar nuevos proyectos. Además recuerda que la comunicación es el puente que acorta las distancias que nos mantuvieron separados por diferencias o malos entendidos.

LIBERA LA RABIA.
Muchas personas están cargadas de emociones negativas y tensiones que potencian la ira. Cuando te dejas llevar por ella, terminas afectando y deteriorando en la mayoría de los casos, tus relaciones con los demás. Además la ira se convierte en resentimiento cuando la hemos acumulado por mucho tiempo, y a quien verdaderamente acaba dañando, es a la persona que la siente: ¡a tí mismo!. Aprende a respirar imaginando que sale de tí, con cada respiración. Practícalo hasta que te sientas mejor.

Cuando está lloviendo fuerte, pensamos por un momento que el sol se ha ido. Pero si subimos a un avión y volamos por encima de las nubes... nos daremos cuenta de que el sol brillante, sigue ahí... Esperemos a que las nubes se disipen para ver de nuevo al sol salir. ¡Vuela, el avión eres tú!

PRACTICA LA ORACION Y LA MEDITACIÓN:
La oración y la meditación son formas de comunicarnos con nuestro interior y con la vida en su esencia..... .¡CON DIOS!

Enviado por José Prieto
viernes, junio 04, 2010 |
Un alto ejecutivo de una empresa de la industria de la informática de los Estados Unidos se hallaba en un viaje de negocios en Tokio. A pesar de su cargo, era un hombre muy humilde y compartía todos sus éxitos con sus empleados. Al finalizar todas sus reuniones, se dirigió a un centro comercial para comprar chocolates y regalos para sus empleados en su país.

Al entrar en el centro comercial, una diminuta dama le regaló una cálida sonrisa y le dio la bienvenida; esto lo tocó mucho y se sintió bien, no pudiendo olvidar la calidez en su sonrisa. Él se fijaba en ella mientras compraba; ella daba la misma sonrisa a todos los clientes que entraban al centro comercial.

El ejecutivo comenzó a preguntarse si alguna vez se sentiría ella cansada de hacer lo mismo una y otra vez, así que se encaminó hacia ella y le preguntó:
- "Mi querida dama, ¿no está usted cansada de hacer este trabajo y cuánto tiempo ha estado haciéndolo?"

La dama sonrió y dijo:
- "No, señor, yo he estado trabajando aquí por los últimos 10 años y me gusta mi trabajo".

El ejecutivo quedó asombrado con la respuesta y peguntó de nuevo:
- "¿Cómo es que ha estado haciendo ésto por 10 años y por qué le gusta su trabajo?"

La dama sonrió de nuevo y dijo:
- "Señor, es porque así sirvo a mi país".

La respuesta le pareció un tanto divertida al ejecutivo y dijo:
- "¿Sirves a tu país sonriendo?"

La diminuta dama dijo:

- "Sí, señor, yo sonrío y todos los clientes que llegan al centro comercial se sienten felices y relajados. Compran más, mi jefe está feliz y me paga más. Y como me paga más, yo puedo atender mejor a mi familia. Y ya que yo puedo atender mejor a mi familia, ellos están felices. Cuando los clientes nos compran, la demanda por los productos aumenta, y al hacerlo, hay más fábricas. Y cuando hay más fábricas, hay más empleos. Y cuando hay más empleos, la gente en el país está feliz. Como la mayoría de nuestros clientes son extranjeros, hay entrada de divisas, y como hay entrada de divisas, nuestro país tiene mucho dinero y se vuelve más rico cada día. La gente como usted, que le agrada nuestro servicio, visita nuestro país más a menudo, le contará a su familia y amigos. Así, mi país consigue más visitantes, más dinero, más empleos y más gente feliz. Así es como sirvo a mi país".

Sorprendido con su actitud, el ejecutivo le dio las gracias y regresó a su país.
Trabajó duro para incorporar la misma actitud entre sus empleados y hoy, su compañía es una de las mejores compañías en el mundo.

Kavitha Reddy



Enviado por Lic. Graciela E. Prepelitchi
miércoles, junio 02, 2010 |
Cuentan que a un pueblo lejano, un día llegó un hombre ya bien anciano.

Dicen que era sabio.

Unos jóvenes universitarios decidieron probarlo. Fueron hasta él y le preguntaron:

"Si eres un sabio, entonces dinos quien es la mejor persona de este pueblo."

Al día siguiente, se posicionó en una calle donde se dice que todos los ciudadanos pasaban continuamente.

Colocó un cartel que decía

"NECESITO ALGO DE USTED. POR FAVOR, DONEME ALGUNA COSA."

La gran mayoría le dio dinero.

Pero, cada vez que le daban dinero, él lo arrojaba a otro mendigo que se encontraba a su lado.

La gente se sorprendió con su actitud.

Al día siguiente, de nuevo estaba él con el mismo cartel.

Esta vez, muy pocos le dieron dinero - que fue debidamente arrojado al otro mendigo - pero le trajeron comida, de la mejor y de la peor.

Nuevamente, el sabio dio toda la comida recibida a otros mendigos cercanos y, al llegar la hora del almuerzo, comió de su propia comida.

Nadie entendió que quería realmente el sabio.

Llegó el tercer día, estaba él con el mismo cartel pero esta vez le dieron menos dinero que el día anterior y muy pocos le dieron comida y la que recibió él la distribuyó con los otros mendigos del lugar, pero, un hombre apareció se acercó al sabio, le preguntó cómo estaba, le sonrió, conversó un rato con él y después se retiró .

Cuando el hombre se fue, el sabio se movió y abandonó el lugar.

Dos días después, los jóvenes preguntaron sobre lo que había sucedido.

"Mis jóvenes, la realidad es que tanto el dinero como la comida que me dieron no tenían nada de especial. Simplemente cumplían con su deber, por tener algo, dando a los que no tienen. Sin embargo, la persona que se acercó, me sonrió y conversó conmigo es la mejor de todas, porque me dio la riqueza de la vida y la comida del alma.

"Siempre que busquen a alguien bueno, verifiquen que, junto con cualquier cosa material, esa persona de algo de si misma."


Enviado por José Prieto
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